Cuatro años de prisión por agredir a una compañera

El caso conmocionó al país y ocurrió en Córdoba en 1999. Una adolescente agredió a una compañera del colegio secundario con una trincheta y le provocó serias heridas en el rostro.

CORDOBA (DyN).- La Cámara Quinta del Crimen de la Justicia de Córdoba condenó ayer a cuatro años de prisión a una alumna que agredió a una compañera de colegio, provocándole serias heridas en su rostro con una trincheta. El caso conmocionó en su momento a la sociedad por tratarse de uno de los primeros hechos graves de violencia escolar.

El tribunal condenó a cuatro años de prisión a María Eugenia Pérez Móttola, de 20 años, al hallarla responsable del cargo de lesiones graves calificadas en perjuicio de María Soledad Vincenti (19), mientras que a las otras acusadas, a quien les cupo la misma imputación, por ser menores se remitieron los antecedentes al juzgado de Menores interviniente para que decida sobre su situación procesal.

Los jueces coincidieron con el pedido del fiscal de Cámara Francisco Eugui y desecharon los argumentos esgrimidos en su alegato por el abogado defensor de las jóvenes, Mariano Rodríguez, quien si bien reconoció la responsabilidad de sus clientes en lo que hace a la agresión, discrepó en la calificación del caso, porque afirmó que “no hubo premeditación”.

“Me parece exagerada la condena”, reflexionó Rodríguez, luego de conocido el fallo, quien pugnó durante todo el debate en las sucesivas audiencias orales y pública, por convencer al tribunal que a Pérez Móttola sólo le correspondía el cargo de lesiones, sin aditamentos que calificaran el delito. De este modo hubiera obtenido una sanción de tres años para su defendida, con lo que hubiera quedado libre.

La joven, según recordó el abogado Rodríguez, “lleva un año y dos meses de prisión, por lo que de quedar firme la sentencia de cuatro años, le quedará un año más de cárcel”.

María Soledad Vincenti, la víctima de este sonado caso, no asistió a la lectura de la sentencia, “porque se encuentra enferma”, comentó su madre, quien se mostró satisfecha por la condena a la agresora de su hija. “Yo siempre confié en la Justicia, es un fallo ejemplar”, dijo la madre de la joven agredida.

El hecho ocurrió el 22 de noviembre de 1999, cuando Soledad abandonó junto a una compañera de curso, Fernanda Oldani, el Instituto Provincial de Enseñanza Media (Ipem) número 269, ubicado en Humberto Primo y Rivera Indarte, en el centro de esta ciudad.

Según la acusación, las jóvenes habían caminado unas dos cuadras, cuando fueron alcanzadas por un grupo de alumnas del mismo establecimiento, que encabezaba María Eugenia Pérez Móttola. En la ocasión fueron empujadas y amenazadas por sus agresoras, pero igualmente siguieron caminando por la avenida General Paz. Unos metros antes de la avenida Colón, Vincenti fue tomada de los cabellos por una de las adolescentes que acompañaban a la condenada, al tiempo que el resto del grupo la sujetaron de los brazos y la inmovilizaron.

Fue entonces, según la acusación, que Pérez Móttola, esgrimiendo una trincheta, previo un rodillazo en el estómago a la víctima, le produjo diversos cortes, algunos de profundidad, en el rostro de la indefensa Soledad.


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