Cuatro tips para lograr un sueño sano y reparador

Dormir bien es un factor indispensable para el bienestar, ya que mientras dormimos nuestro cuerpo atraviesa importantes fases de recuperación y regeneración.

Un sueño demasiado corto o alterado no sólo debilita y cansa, sino que deja secuelas físicas y cognitivas, puede desatar ataques de hambre y fomentar el sobrepeso y la diabetes. La cantidad de sueño que necesita cada persona puede variar mucho, pero se estima que son necesarias entre siete y ocho horas por noche para arrancar bien al otro día.

Sin embargo, más importante que la cantidad de horas es que el sueño sea sostenido. Por eso para tener un sueño reparador, estas son algunas de las cosas a las que hay que prestar atención:

Aire fresco: El cuarto debe estar bien ventilado y la temperatura ambiente debe ser de 16 a 18 grados. Tampoco debe entrar luz.

Tranquilidad antes de dormir: Trabajar hasta tarde a la noche o discutir antes de dormir sobreestimulan el cerebro. Tampoco conviene utilizar aparatos electrónicos hasta tarde, ya que las luces LED de las pantallas estimulan el cerebro.

Cenas ligeras: Comer mucho y pesado a la noche no ayuda al buen dormir. Lo ideal es una cena ligera, rica en proteínas, lo que ayuda a los procesos de regeneración del cuerpo y pone en marcha el metabolismo. Los carbohidratos aportan energía que queda sin usar en el organismo.

Actividades moderadas: Hacer ejercicio hace que el cuerpo llegue lo suficientemente cansado a la noche. Pero cuidado con entrenamientos muy extremos por la noche, porque pueden dificultar el sueño. Mejor elija una actividad moderada.

dpa


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