Creador teatral que no pierde su voz

P- En diez palabras más o menos, ¿quién está detrás de Garza Bima?

R- Opciones: 1: no soy de hablar… seis… y mucho menos… diez… de opinar de gente… quince… que no conozco realmente… veinte… (muchas veces cuesta el doble no decir nada que decirlo todo). 2: El que sigue?. 3: Un niño asustado. 4: La sombra de quien pudiera ser alguien políticamente correcto.

P- ¿Cuándo dijiste OK lo mío es el teatro?

R- No exactamente con esas palabras para ser sincero, pero me digo y vuelvo a decir cada vez antes de entrar a escena, o por estrenar, ni hablar cuando hago dirección. “Quién me mandó? ¡Para qué me metí en esto?”, y cosas así hasta que al fin todo sucede y la misma escena me lo confirma a cada instante, por fin, una vez más…

P- ¿Te acordás de cuando pisaste un escenario por primera vez?

R- Si claro, cómo no recordarlo fue el escenario del teatro Colón, tenía 4 años. Fue por accidente estaba junto a mi madre y me escape en medio de una visita guiada por el teatro.. lamentablemente no hay fotografías que puedan certificarlo, pero sí puedo afirmar que mi vieja conserva aún aquella instantánea conmigo en primer plano bailando el gato en algún acto escolar que sólo recuerdo por la existencia de la foto en papel. Pero nunca voy a olvidar lo poco que recuerdo en palabras por tanta intensidad y adrenalina juntas vividas esa noche de verano, era diciembre de 1993, donde junto con mis primeros compañeros de teatro, y primera formación de Los Nosotros, presentamos un material de creación en equipo que supimos llamar “Los Nosotros para Otros”, en la vieja sala de la La Hormiga Circular.

P- ¿Qué es el teatro, según Garza Bima?

R- Una luz que brilla en mi alma, la que me cuestiona a diario y sigue proyectando en mí aquella sombra, para encontrar otros caminos.. el reflejo que me hace sospechar de los espejos, un tobogán del cual no me quiero bajar, un gran árbol que no para de crecer, que de sus ramas crecen plumas en vez de hojas, y que siempre ofrece lugares nuevos para trepar y jugar, tan grande que parece que nunca terminaré de abrazarlo solo, pero con otros siento que puedo estar cada vez más cerca de lograrlo.

P- Definime “La Hormiga Circular”.

R- Una Cooperativa de Trabajo Artístico, una organización autónoma del tercer sector y tal, con una vasta trayectoria (mas de 30 años), y situada en la Patagonia, supo trascender como uno de los colectivos mas importantes del país, siendo un referente de las artes escénicas y el cooperativismo. Pero La Hormiga es mucho más que esos papeles… es una casa inspiradora, un lugar de encuentro, un espacio donde crear, producir, trabajar, recibir, mostrar, donde poder militar el arte, el hacer teatral, donde desarrollarse en conjunto con otras artes, en esta casa viven, conviven y se cruzan artistas de todos lados, y dónde hay mucha movida artística hay vida cultural.

P- ¿Hay un modo regional de hacer teatro? ¿Se lo puede caracterizar de algún modo?

R- Hay un modo de vida regional por tanto entiendo la existencia de un modo de hacer las cosas desde acá. Yo no diría patagónico, pero si desde la Patagonia, quienes tengan la imagen y dimensión de nuestra zona, no sé bien caracterizarlo, pero se me ocurren algunas imágenes contrastantes, como andar entre las bardas un día de viento y caminar por el microcentro en horario pico. Creo que el que haya podido alguna vez recorrer una chacra arriba de un tractor y viajar en subte va a entender algunas diferencias.

En mi caso siempre digo que yo hago teatro patagónico, pero por el solo hecho de ser nacido y criado acá, en estas tierras. Porque entiendo que uno crea desde donde uno se sitúa, desde ahí observa, piensa, siente y así construye una mirada, un decir, un hacer. Por esto mismo intentar definir una estética (teatral) por patagónica ante el mero reflejo de una zona geográfica, sería una falta de respeto y gruesa.

P- ¿De qué le está faltando hablar al teatro local?

R- Si bien creo que nuestro teatro habla bastante de nosotros, los que hacemos teatro y nuestro contexto sociocultural, y también es cierto que para que surjan nuevas poéticas sería bueno reflexionar, tomar distancia y volver a meter las patas en el barro, diría no perder ese hilo de voz propia que viene asomando, seguir oxigenando esa voz y que en lo posible se vaya resonando y sumando a nuevas gargantas con tanta intensidad para nunca mas callar.

Yo soy: Garza Bima