Hágalo usted mismo: los escritores neuquinos que (se) editan

Autores locales se encargan de todo el proceso editorial de manera personalizada y artesanal. En algunos casos, recorren bares y cafés para la venta. En esta nota, te contamos las historias de Alejandra Rey y Gerardo Burton, dos narradores que asumen su condición de un modo autogestivo.

Hágalo usted mismo: los escritores neuquinos que (se) editan

Autores locales se encargan de todo el proceso editorial de manera personalizada y artesanal. En algunos casos, recorren bares y cafés para la venta. En esta nota, te contamos las historias de Alejandra Rey y Gerardo Burton, dos narradores que asumen su condición de un modo autogestivo.

Hola, ¿qué tal? No quiero molestar. Soy escritora y estoy vendiendo mis libros”, dice Alejandra Rey en cada café o bar de la capital neuquina, preferentemente de noche porque la gente “está más relajada”.

Afirman los escritores que la literatura es un arte y un oficio pero, sobre todo, un trabajo permanente de lectura y escritura progresivas para dejar atrás lo autorreferencial tan frecuente.

Escribir libros es sólo la primera etapa del proceso si es que se pretende comercializarlo. Por eso, aquellos artistas que no cuentan con editoriales que los auspicien deciden imprimir sus creaciones de manera independiente. Es así como Alejandra Rey logra que cada uno de sus escritos lleguen a la gente.

“Hace nueve años que me dedico a esto, la pasión la heredé de la lectura. Cuando escribí mi primer obra, ‘Fines y principio’, no tenía intenciones de publicarlo, pero una amiga me insistió en que lo hiciera, y acá estoy, recorriendo cada lugar que puedo”, afirmó Rey.

Nacida en Buenos Aires, a los siete años, en 1988, se trasladó a Neuquén, donde fortaleció el vínculo con las costumbres y estilos de vida patagónicos. Antes de adentrarse en el mundo de la literatura era empleada administrativa y su única cercanía se gestó por la incansable rutina de la lectura. “Nunca fui a un taller literario”, dijo. Su abuelo paterno Juan Francisco era un “gran corrector de libros, un fanático”, y quien le inculcó esta costumbre y “estilo de vida apasionado”.

Alejandra recorre los comercios, sobre todo restaurantes y cafés, para vender, a 200 pesos, cada uno de los ejemplares que ella misma imprime. Sin embargo, la ciudad de Neuquén no es la única en tener la oportunidad de acceder a alguna de sus creaciones. “He viajado a la costa, al norte del país, y cuando puedo lo sigo haciendo. Tal vez sea una manera de expandir mis libros, ya que no soy una editorial ni tengo una que lo haga”, indicó.

Con 19 libros escritos y comercializados y otros cuatro en colaboración indicó que en realidad no sabe bien de qué tratan, “sobre todo los primeros”. Pero a pesar de esa postura aventurera, las páginas reflejan cuestiones parabólicas, conflictos sociales o simplemente la historia de una persona llena de relatos y desdichas.

¡Hágalo usted mismo!

A esta forma de difusión del arte se le suma la trayectoria y principios del poeta y periodista Gerardo Burton. “Cuando comencé hace más de 20 años no tenía cómo publicar mis escritos poéticos así que decidí imprimirlos yo mismo”, afirmó.

Burton nació en Buenos Aires, en 1951, pero reside en Neuquén desde 1986. Publicó varios libros de poemas y una recopilación de artículos periodísticos. Además participó en ediciones colectivas, espectáculos performáticos y festivales de poesía, en el país y en el exterior.

En forma artesanal editó “Voces del cristo verde” (2000), el poema “Afiche corazón perdido” (2002), “Nunca un bolero” (2007), “Endecha por la muerte de mi padre” (2009), entre otros.

Según Burton, la ciudad de Neuquén en general tiene una característica interesante en cuanto a artistas independientes. “Los escritores, sobre todo poetas y filósofos, han podido prosperar y difundir su arte gracias al trabajo sostenido que hacen día a día por las calles”, indicó. Y agregó que la permanente recepción de jóvenes lectores es uno de los secretos.

Gerardo Burton edita poesía en forma artesanal y no comercial con el sello La Cebolla de Vidrio Ediciones.

Una mirada autogestiva de la literatura

Datos

Gerardo Burton edita poesía en forma artesanal y no comercial con el sello La Cebolla de Vidrio Ediciones.
Cuando el libro llega al lector, el circuito de difusión se abre o se cierra. Según los escritores, para que este pueda tener un impacto tanto positivo o negativo, la presencia de lo social es un aspecto a tener en cuenta. “La mirada hacia quienes atraviesan la vida dejando una impronta de preguntas y certezas es lo que hará que nuestros resultados entren en circulación”, sostuvo Burton.
Para Alejandra Rey, ser parte de una editorial no es una posibilidad, a pesar de reconocer que a veces lo necesita. Pero salir a la calle y estar en contacto con la gente es lo que “te da respuestas”. Burton edita poesía en forma artesanal y no comercial con el sello La Cebolla de Vidrio Ediciones.
“Yo hago y vendo filosofía, acerca del tiempo, de la libertad o fatalidad del tiempo, de si el tiempo existe o no. Es existencialista, se trata de un texto que habla sobre enfrentarse a uno mismo. Es subliminal, una crítica a ciertos sectores de este sistema que nos impone una única realidad”, explicó Rey.
Lo cierto es que la literatura de autogestión independiente se instaló en Neuquén desde hace varios años. “Lo que se produce ahora se caracteriza por tener una personalidad e identidad de rasgos no sólo regionales sino universales, y eso genera que podamos seguir ofreciendo nuestras creaciones que a veces nos llevan años de dedicación”, indicó Burton.
Quizás siguiendo el consejo que alguna vez dio Adolfo Bioy Casares, escritor argentino que frecuentó las literaturas fantástica, policial y de ciencia ficción: “Cuando no sabés qué hacer con tus personajes, sacalos a pasear”, sea el movilizador de los escritores bohemios.

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