El Ballet Río Negro baila al ritmo del tango y el rock

Esta noche, en el Cine Teatro Español de Neuquén, se presentan el cuerpo de danza, el Grupo de Rock y el Grupo de Tango, todos de FCP, en un espectáculo que une coreografía y música en vivo.

El rock argentino se nutrió en sus inicios de mucho de lo que ocurría en la escena roquera inglesa, pero también de la música argentina urbana por excelencia, el tango. De allí sacó buena parte de su identidad nacional. El modo de ser argentino del rock surgió de cierta genética tanguera de los padres del rock nacional. El tango y el rock mantuvieron, con matices, una relación artística a veces armónica y otras, no tanto. Esta vez, tango y rock sintonizan para musicalizar “Ballet Clásico al Ritmo del Tango y el Rock”, la producción que une al Ballet Río Negro, el Grupo de Rock y el Grupo de Tango, todas ellas formaciones de Fundación Cultural Patagonia, en un espectáculo que tendrá lugar esta noche, a las 21, en el Cine Teatro Español de Neuquén.

A partir de las coreografías de Gaik Kadjberounian y Mario Silva surge este show de música en vivo y danza clásica del que participarán diecisiete bailarines del cuerpo de ballet de FCP, quienes interpretarán tangos y clásicos del rock nacional arreglados para la ocasión.

La idea en sí misma no es novedosa asume Pablo Borgia, bandoneonista del Grupo de Tango. “Ya habíamos hecho espectáculos de tango junto al Ballet Río Negro, sobre composiciones de Mariano Mores. Esta vez buscamos complementarlo con algo más de música en vivo. Mario Silva tenía una coreografía con música de rock y decidimos sumar al Grupo de Rock a este espectáculo”.

Guillermo Pérez, guitarra y voz del Grupo de Rock, afirma lo dicho por Borgia al decir que “nuestro repertorio ya venía de temas que tenían coreografía, nosotros abordamos esos temas”.

Emiliana Cantera

Protagonistas. Guillermo Pérez, del Grupo de Rock, Cecilia Lizarraga y Pablo Borgia, del Grupo de Tango

Más allá de experiencias anteriores, este espectáculo propone un desafío artístico para todos los involucrados porque los bailarines deben atender a la ejecución de la música en vivo y al hecho de nos ser composiciones clásicas; mientras que los músicos, sobre todos los del Grupo de Rock, tienen que estar atentos al ritmo de los bailarines, algo que es más habitual en el Grupo de Tango, más habituado a tocar para bailarines.

Sin embargo, no es como en las milongas aclara Borgia: “Estamos más acostumbrados a tocar para bailarines, en las milongas. En los bailes de salón es más libre, las parejas no sigue una coreografía como sí ocurre en este espectáculo. Acá tenemos que levantar la mirada, ver lo que hacen los bailarines y si vamos más rápido o no de lo que los bailan, los finales, etcétera”.

Guillermo Pérez asume que con el Grupo de Rock “estamos más pendientes de los bailarines porque habitualmente no tocamos junto con bailarines como es el caso de la tango y la milonga”. Pero aclara que “no nos resulta del todo extraño porque ya hemos tenido experiencias similares cuando montamos espectáculos junto al ensamble de danza folclórica (de FCP)”.

Por su parte, Cecilia Lizarraga, asistente de dirección del Ballet Río Negro, revela que en el espectáculo “hay coreografías que hacen dos o tres bailarines y otras donde baila el ballet completo, entonces necesitamos intervalos para que los bailarines se cambien. En esos intervalos, los grupos tocan un breve repertorio sin danza. Y lo bueno de contar con la música en vivo es que la vamos adaptando, si hay partes en que se ‘ralentan’ un poco o hay otras en que van más rápido”.

En este sentido, Guillermo Pérez remarca que “los temas no se tocan tal cual son, sino que están arreglados para la danza. Se lo adapta a la coreografía”, como parte del desafío artístico para el conjunto de rock.

Lo mismo ocurre con el tango, explica Borgia: “Hay una adaptación en la forma, porque el tango tiene una forma determinada musicalmente de tres o dos partes, para esta caso se cambia esa forma, la velocidad de la música, ralentando o estirando, volúmenes más planos. No es el tango tradicional que se baila en las milongas, el de salón. Es un tango estilizado para un ballet clásico”.

Sobre cómo es el espectáculo, Lizarraga revela que la primera parte es sólo tango, luego un pequeño descanso, y la segunda parte es de rock. Bailamos en zapatillas de punta con vestuario liviano” y que los dos intervalos en los que los grupos tocarán un mini set sin danza sirve para que los bailarines se cambien antes de seguir en escena. En el caso de la coreografía, Lizarraga cuenta que “no tiene argumento en este caso. Sí Mario (Silva), que es el coreógrafo de la parte de rock, cuando lo hizo en teatro Argentino de La Plata, tenía un argumento o concepto en la coreografía, pero también era otra puesta en escena. Había una ilación entre un tema y otro y una pareja principal. Acá no, es solamente música y danza”.

Sin embargo, Guillermo Pérez detecta un hilo subterráneo cuando dice que “algo característico de este espectáculo es que la música es bien nacional, porque se trata de rock argentino y tango. Creo que ahí hay un concepto posible”.

Por último, bailar tango y rock es, para el Ballet Río Negro, un interesante desafío artístico. “ Para nosotros, como bailarines esta propuesta que nos saca de lo clásico está bueno porque nos enriquece con otras técnicas”, sostiene Lizarraga. “Esta versatilidad nos desafía y nos hace crecer como bailarines. También descontractura porque, si bien es sobre la base de la danza clásica, es más libre en muchos movimientos”. Aunque aclara que “la mayoría de los chicos que integran el ballet, al ser estudiantes de los últimos años del profesorado de danza, tiene danza contemporáneo, por lo que están habituados a estos cambios en las coreografía”, considera que “no deja de ser un desafío para ellos y eso es lo interesante”.

Las canciones: una lista muy variada y bien clásica

Datos

La propuesta de “Ballet clásico al ritmo del tango y del rock” está dividida en dos partes. La primera, “Nuestros tangos y milongas”, unirá al Ballet Río Negro con el Grupo de Tango de FCP; con un programa que incluye “Silbando”, de Cátulo Castillo y Sebastián Piana; “Tierrita”, de Agustín Bardi; “La viruta”, de Vicente Greco; “Papas calientes”, de Eduardo Arolas; “El Marne”, de Eduardo Arolas, “Enigmático” de Camilo Ferrero; “Charrúa”, de Julián Peralta; y “El firulete” y “Bailonga” de Mariano Mores; con coreografías de Gaik Kadjberounian.
Luego, será el turno de “Nuevos aires”, con las coreografías de Mario Silva; y la unión del Ballet Río Negro con el Grupo de Rock de FCP, con temas como “Sin disfraz” de Federico Moura y Roberto Jacoby (Virus); “Seminare”, de Charly García; “Encuentros”, de Guillermo Pérez; “Cosas imposibles”, de Gustavo Cerati; “Percujazzion”, del Grupo de Rock de FCP; “Post crucifixión”, de Luis Alberto Spinetta; “Dicen decir”, de Ángel Pino; “Persiana americana”, de Gustavo Cerati y Jorge Daffunchio (Soda Stéreo); “Dos días en la vida”, de Fito Páez; y “Buscando un símbolo de paz”, de Charly García.
Las entradas están en venta en la boletería del Cine Teatro español de Neuquén (Av. Argentina 235).

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