de la mano de la tinta

Carlos Lima comparte su pasión y busca la manera de crecer contando historias en historietas o dibujos.

Redacción

Por Redacción

Kráneo, ilustrador de alma

Carlos Lima comparte su pasión y busca la manera de crecer contando historias en historietas o dibujos.

En un intercambio digital con “Río Negro”, el dibujante Carlos Lima, alias Kráneo, habla de sus inicios y actualidad en ese oficio: el de ilustrador.

P: ¿Por qué te llamas Kwaichang Kráneo?

R: Kwaichang Kráneo es un pseudónimo con el que firmo mis historietas e ilustraciones. Fue un sobrenombre en broma que me puso un amigo con el que nos reuníamos a dibujar cuando éramos adolescentes. Kwai Chang Caine era un personaje de una vieja teleserie: “Kung Fu”, un monje errante que recorría el Lejano Oeste caminando con su morral. Yo iba caminando a todos lados con un morral lleno de dibujos, cuadernos y lápices y además sufría de migrañas así que mi amigo me puso como sobrenombre Kwai Chang Cráneo, que luego se transformó en Kwaichang Kráneo. Me gusta la idea de un seudónimo porque, como decía Moebius (Jean Giraud, uno de los más grandes historietistas de todos los tiempos) un seudónimo no es para ocultarse sino para crearse una personalidad más grande, diferente de nuestro yo de todos los días. Es una ficción que querríamos que se convierta en realidad, aunque sepamos que las ficciones valen precisamente por ser eso, ficciones.

P: ¿Seguís dando talleres de dibujo?

R: No sólo sigo dando talleres y cursos, sino que inesperadamente, esta actividad tan rica y gratificante (además de demandante y laboriosa, hay que decirlo) se transformó en algo cada vez más expansivo. Desde este año, gracias a una alianza con Fábrica de Artistas, lo que era THK, Taller de historieta de Kráneo, se transformó en “Trama”, escuela de dibujo e historieta, y esto es sólo el principio, tenemos proyectos muy prometedores para ir transformando el espacio en algo que responda a las necesidades de todos aquellos niños, jóvenes y adultos que buscan dar curso a su creatividad en áreas relacionadas con el dibujo y la narración en imágenes.

P: ¿Estas preparando alguna muestra por estos días?

R: No, para nada. En realidad, mi trabajo actual se focaliza sobre todo en ilustración y docencia. Trabajo en ilustraciones para libros, y sobre todo en el proyecto de mi escuela de dibujo e historieta. Tengo un contrato firmado con editorial Maten al Mensajero para el año que viene publicar “Murmullo”, una historieta que comenzó publicándose online y que espero completar en los primeros meses del 2019. Sigo trabajando en un proyecto de historieta de larga data, bastante ambicioso pero que avanza más lento de lo que me gustaría, una historia de ciencia ficción que continúa y amplía lo que se publicó en “El cuervo que sabía”. Se suma a esto la práctica continua del dibujo y el cuidado y disfrute de mi hijo de dos años, y te podés dar una idea de por qué no me queda tiempo para mucho más.

P: ¿Utilizas la animación para tus dibujos?

R: Para mis trabajos de ilustración utilizo muchísimo las herramientas digitales (PC, tableta gráfica), sobre todo por el ahorro de tiempo que eso significa en un campo donde las fechas de entrega son realmente decisivas, y por la posibilidad que brinda el medio digital de rápidamente explorar opciones y llevarlas a término en los tiempos requeridos. Para estos trabajos los medios tradicionales (lápiz, pincel y papel) se transformaron en un lujo para encargos especiales donde el tiempo de entrega no sea determinante. La animación es todo un campo de acción a parte pero es interesante que lo menciones, porque aunque no lo enumeré antes entre mis ocupaciones, todavía encuentro algunos momentos para dedicarle a un interés que me va ganando poco a poco y que tiene que ver precisamente con la animación 2D que las herramientas digitales han puesto al alcance de muchos más artistas ahora. Estamos proyectando incluso en la escuela algunos cursos sobre animación, ya que el interés en estas disciplinas es muy grande y crece entre los más jóvenes cada vez más. En la medida en que las películas de animación ganan terreno en los catálogos de los canales online, es importante detenerse en ese lugar.

P: ¿En dónde te podemos ver en la actualidad?

R: En persona soy difícil de encontrar salvo en mi escuela: pasa que vivo lejos y entre mi trabajo de dibujo, la preparación de las clases y mi hijo, salgo poco de casa salvo para dar clases en la escuela. Si se trata de mi trabajo, por ahora la mayor parte está en fase de preparación. O sea que más allá de mi página (www.kwaichangkraneo.com) o algunas cosas en Instagram por ahora no estoy muy presente para el público lector.

P: ¿Ser padre te inspira para dibujar distinto?

R: Más que para dibujar distinto, ser padre me aportó una visión diferente de mis relatos. Porque para mí lo narrativo es el centro del asunto. Si dibujo es porque esos dibujos son parte de historias, ya sean historietas o ilustraciones, incluso en mi paso por la pintura, nunca me interesó la formalidad plástica en si misma sino aplicada a lo narrativo. Entonces lo que ser padre modificó para mí es esencialmente una mirada sobre el mundo y, por supuesto, sobre mis personajes. Un ejemplo: en “El cuervo que sabía” Mono, el protagonista, es un adolescente recién entrado en la pubertad cuyo padre, Dardo, lo ha dejado en un bunker-refugio en un mundo postapocalíptico. Con mi propia paternidad se me fueron haciendo cada vez más claras las motivaciones de este padre… imaginate, ser un padre de un niño que al parecer es el último espécimen humano sobre la Tierra. Evidentemente, el miedo y la angustia de un padre en esta situación condiciona toda narración y para mi estableció una profundidad de motivaciones que dieron lugar a todo un nuevo relato sobre este padre y lo que ocurrió antes de que Mono naciera.

P: ¿Te parece que hay suficiente desarrollo en la zona para los dibujantes, historietistas e ilustradores?

R: Creo que para aquel que se dedica al dibujo, ilustración o historieta todo depende de su área de interés. Estamos hablando de un campo muy pero muy extenso con infinidad de aplicaciones, pero en general me parece que existe una situación doble: por un lado, una parte que depende de nuestra época de ultra comunicación: es más fácil darse a conocer y empezar a mostrar el trabajo con los medios digitales, pero en la zona veo que falta desarrollo en cuanto a capacitación, educación y entrenamiento en estas áreas especializadas.

Gentileza

Podés encontrarlo en www.kwaichangkraneo.com y también en www.facebook.com/tallerhistorietakraneo.

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