La peña: La música que todos pueden escuchar perdió un referente
Columna semanal
La peña: La música que todos pueden escuchar perdió un referente
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Datos
- Muchos de los lectores seguramente habrán asistido alguna vez al recital del grupo preferido, del género que fuere. Una visita a la zona, o una escapada a las ciudades grandes y en contados casos un viaje a otro país, tal vez fueron los ámbitos para seguir de algún modo a nuestros preferidos.
- Pero esas son las excepciones. Lo corriente no es eso, lo corriente es codearnos con nuestros propios exponentes de la música, con esos que fueron capaces de cosechar aplausos en ámbitos reducidos, de los que por poco o nada animan una noche.
- Lo corriente es ver en el bar, en la pizzería, en un café, a los exponentes locales y codearse con ellos que sin estridencias son capaces de musicalizar una noche. Con los aplausos les alcanza, porque esos músicos no viven de eso, lo hacen porque les gusta y porque quieren mostrar lo suyo.
- Ese fue el caso de Hugo Ugalde, Huguito para sus amigos. Hombre de buenos modos, pero sobre todo un artista siempre dispuesto a animar noches y noches. Cantante, baterista por un tiempo, guitarrista y, sobre todo, animador.
- Hombre del cantar romántico, capaz de improvisar, de hacer magia con el público apagado, de crear el ambiente ideal para una fiesta cuando el sueño empieza a ganar a los comensales.
- Hugo Ugalde falleció hace pocos días y dejó ese sello propio indiscutible de aquellos que nunca quisieron ni se pudieron librar de los lazos de la música.
- A Hugo Ugalde le reconocen larga trayectoria por los ámbitos musicales de la ciudad y también en otros rincones del país.
- Esos personajes, como Hugo, son los que a pulmón fueron capaces de instalar su nombre en muchísimos ámbitos. Lo descubrimos con un grupo de amigos una noche en el reconocido Palacio de la Pizza en Roca, donde el ánimo musical está siempre presente y donde el espíritu de los bailarines no se queda quieto. Hugo Ugalde dejó huella musiquera y eso no se olvidará jamás.
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