Marcelo Schapces abre las páginas del “Necronomicón”

El productor y director logró, contra viento y marea, terminar y finalmente estrenar “Necronomicón: el libro del Infierno”, su proyecto más amado, sobre el que habla en esta entrevista.

Marcelo Schapces abre las páginas del “Necronomicón”

El productor y director logró, contra viento y marea, terminar y finalmente estrenar “Necronomicón: el libro del Infierno”, su proyecto más amado, sobre el que habla en esta entrevista.

“Necronomicón: El libro del Infierno” es un filme de género que toma el universo del novelista H.P. Lovecraft, para armar una historia que transcurre en Buenos Aires y en su Biblioteca Nacional.

El escritor estadounidense Howard Philips Lovecraft cuenta que en 730, el poeta árabe Abdul Alhazred, escribió un libro llamado “Necronomicón”, un grimorio o “libro mágico” con el título de “Al-Azif”, haciendo referencia al ruido nocturno de los insectos que denotaba el murmullo de los demonios.

En varios de “Los mitos de Cthulhú”, el escritor detectó uno de cinco ejemplares de aquel ‘libro maldito’ en la Biblioteca Nacional porteña, y a partir de ese dato nace la leyenda de que el incunable y su magia fueron atesorados por Jorge Luis Borges.

Se dice que el ejemplar indexado fue mudado en secreto, entre otros libros, a los sótanos de la monumental construcción en el predio de la calle Agüero, Libertador y Laprida, para ser escondido en una especie de bóveda, como el resto del edificio brutalista diseñado por el arquitecto Clorindo Testa en 1960.

Durante siglos, Dieter, un hombre sin edad, ha estado custodiando un ejemplar del Necronomicón, que permanece escondido en la biblioteca para mantenerlo a resguardo y evitar que sus conjuros malvados convoquen a los antiguos dioses del abismo para apoderarse de la humanidad y la tierra.

La misteriosa muerte de Dieter lleva a Luis, un simple e introvertido bibliotecario que vive con su hermana discapacitada, a enfrentar las fuerzas que acechan al Necronomicón, en una ciudad que está corroída por un clima apocalíptico, y lo fuerzan a una puja en la que la realidad se mezcla con lo fantástico.

El libro que se ve en la película que acaba de estrenar Marcelo Schapces l lo creó el artista Aldo Requena, que eligió una letra gótica de 1500: “Como se utiliza para hacer sacrificios, con manchas de sangre verdadera. Para los conjuros y las frases que están todos en latín, utilicé libros de conjuros, donde se escriben exorcismos cristianos”.

De estos hechos literarios, sumados a la leyenda urbana, nació el guión de “Necronomicón: El libro del Infierno”, sobre una idea del mismo Schapces, escrito con el guionista de historietas Luciano Saraccino (“Hay que salvar a Tomate”), en colaboración con el novelista Ricardo Romero (“Ninguna parte”).

Además de la trama, para lograr el clima buscado, son claves los diseños originales del Salvador Sanz, egresado de las escuelas de Bellas Artes Manuel Belgrano y Prilidiano Pueyrredón, y autor de obras “Legión” y “Desfigurado”) que incorporan la iconografía demoníaca ideal para este tipo de propuestas. “Soñaba con el Necronomicón desde que empecé a hacer cine”, dice Schapces, autor de “Breccia X Cuatro” y “Che, un hombre de este mundo”.

P- ¿Cómo y cuándo surge la idea de llevar al cine un relato como este?

R- Veo cine de terror y fantástico desde que tengo 10 años y esta película la he pensado toda mi vida. La empezamos a proyectar hace cinco o seis años, escribimos, hicimos un trailer hace cuatro años para Blood Window en Ventana Sur, tuvo sus idas y venidas, y tuvimos la decisión de arrancar con el rodaje hace un año.

P- En todos estos años, ¿cuánto se modificó?

R- La idea se conservó. Al principio pensaba que podía hacerlo yo solo, pero me di cuenta que la cosa no era así. En ese momento lo conocí a Luciano Saracino y también a Ricardo Romero, que eran los que podían darle una mirada más actual, de otra generación, muy distinta a la mía dentro de lo fantástico, un género del cual ellos provenían, uno desde la literatura, el otro desde la historieta. Con ellos empecé a armar el proyecto más definitivo

P- Imaginamos que muchos de los personajes ya tenían sus actores desde el inicio…

R- Al principio había pensado en Luis Luque como protagonista pero cuando ya definíamos la fecha para el rodaje a él se le habían juntado los rodajes de las miniseries “El jardín de bronce” y “Un gallo para Esculapio” y era imposible contar con él. Y fue así que pensé en Diego Velázquez. María Laura Cali estaba desde el comienzo, siempre quise que estuviese Daniel Fanego como Dieter, Federico Luppi en su último trabajo, y luego se incorporaron Cecilia Rosetto y Victoria Maurette.

P- Para cualquier guionista poco afín a una salida fácil, Lovecraft es un desafío…

R- Lo que está tomado de Lovecraft es su universo y el hecho de que en sus relatos ubicó un ejemplar del Necronomicón sobreviviente en la Biblioteca Nacional, un punto de partida genuino, e hizo que la leyenda urbana sobre Borges, dijera que cuando estuvo al frente de ese lugar hiciera una ficha del libro, una boutade típica borgiana. No lo sabemos, pero incorporamos en la historia ese hecho y que lo dejó entre los libros “prohibidos”, para que fuera de la calle México a su nuevo edificio.

P- El actual edificio de la biblioteca también tiene su historia…

R- Los terrenos donde fue construida la biblioteca han tenido filtraciones, hay mucho de ficción, mitología, verdad. Incluso los empleados más veteranos hablan de fantasmas, porque fue en el edificio que estaba allí antes, el Palacio Unzué, una especie de residencia presidencial, donde murió Eva Perón. Es un edificio muy protagonista.

P- ¿Y el rodaje?

R- Fue complicado, porque trabajábamos con muchos telones verdes de todos los tamaños porque sabíamos que había muchas cosas que había que modificar o agregar después en forma digital. Fue muy lindo estar en un laberinto de anaqueles y libros, cientos de miles de libros, lo mismo que fue filmar en la librería Aquilante. Un rodaje duro y complicado porque era una película grande para las semanas que teníamos disponibles, pero muy agradable.

P- Lo esencial en Lovecraft era no mostrar demasiado el terror sino sugerirlo literariamente…

R- El miedo es lo que no podemos terminar de nombrar, lo que se oculta, lo que está fuera de campo, más allá de que es cine y de que algo siempre termina apareciendo. Teníamos que dosificar los efectos digitales para que siempre estuviesen al servicio del cuento que se quería contar, y creo que lo logramos, porque se trata de una película de suspenso sobrenatural, muy lejos del gore y su cuota de sangre. Tiene más que ver con el cine de la Hammer de los 50 y 60, un terror insinuado.

P- ¿Hay como mayor cuidado en los autores de cine de género con los excesos… Cómo fue en este caso?

R- Tratamos de ir contra la corriente y apuntar a una película con un argumento fuerte, concreto, que estuviera como muy presente, y que se vistiera de Lovecraft porque tiene que ver con ese libro.

FICHA TÉCNICA

Título original: Necronomicón

Año: 2017

País: Argentina

Dirección: Marcelo Schapces

Guión: Marcelo Schapces, Luciano Saracino, Ricardo Romero

Música: Pablo Borghi

Fotografía: Marcelo Iaccarino

Reparto: Diego Velázquez, María Laura Cali, Victoria Maurette, Nicolás García, Claudio Ferraro, Claudio Martínez Bel, Claudio Da Passano, Cecilia Rossetto, Daniel Fanego, Federico Luppi

“Veo cine de terror

y fantástico desde que tengo diez años

y esta película la

he pensado toda mi vida”,

confiesa el director del filme “La velocidad funda el olvido”.

Datos

“Veo cine de terror
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