Poesía, picadita… y good show
Lo que comenzó como un encuentro ocasional de gente interesada en la poesía se convirtió en un espacio de lectura y conversación poética que mantiene activas la palabra y el oído. Silvia Butvilofsky y Chelo Candia, sus creadores, nos cuenta su historia, el presente y lo que vendrá.
P- En diez palabras (más o menos), ¿qué es “Poesía y picadita”?
Silvia- Un encuentro en el que celebramos la poesía y la amistad.
Chelo- Nace de un viaje. Un poeta colombiano llega a la zona a reunirse con poetas locales con la idea de editar un libro de poesía patagónica, y nos solicita a Silvia y a mí que reunamos personas que escriban, lean y disfruten de la poesía. Organizamos ese encuentro en la Biblioteca de Arte y Cultura Popular de la Estación… ¿Y qué hace uno cuando vienen muchas personas de visita a su casa? Una comida. Algo rico. Una picadita. La pasamos tan bien que ahí nomás dijimos ¿Y si hacemos esto una vez por mes?
P- ¿Cómo funciona?
Chelo- Es un ciclo “a la canasta”. Tanto de poesía como de picadita. Los que vienen traen algo para compartir, ya sea textos propios o ajenos, y algo para picar y tomar. Se lee, se escucha, se come y se conversa. Todo en un clima muy íntimo y ameno. Tratamos de borrar la idea del espectador. La entrada es gratis y todos somos protagonistas. Presentamos libros e invitamos a poetas amigos de la zona y de otras partes del país. Hace seis años que lo hacemos y al día de hoy llevamos 43 encuentros.
P- ¿Cómo es la relación de ustedes con la poesía?
Chelo- Yo soy dibujante, historietista, muralista, y todo ese trabajo artístico que desarrollo está motorizado por la poesía. Es el alimento para luego salir a pintar, pero también para relacionarme con el mundo, con el otro, con nosotros mismos, con nuestros hijos.
Silvia- Creo que es como nuestra propia relación, un vínculo de muchos años, de mucha compañía, que nos ayuda a entendernos y a entender el mundo, que nos construye y alimenta. Es, además, una relación de convivencia elegida que amplía nuestra familia y nos ha regalado amigas y amigos entrañables. Que es un poco nuestra forma de vida.
P- ¿Qué tiene para decirnos el lenguaje poético a esta altura del siglo XXI?
Silvia- Creo que lo de siempre, que a través de la poesía podemos intentar conocer la complejidad de la existencia humana, y que es más simple de lo que podemos imaginarnos y no, a la vez; y que se trata de una experiencia a la que todos deberíamos poder acceder. Y sobre esto creo que hay mucho trabajo por hacer.
Chelo- Todo. Absolutamente todo. Pensemos en una frase, en una canción, en un verso. Siempre nos dijo todo. Siempre estuvo ahí. No hay nada más certero que el lenguaje poético.
P- ¿Y qué espera de nosotros la poesía, si es que esperase algo?
Silvia- Que estemos atentas, atentos, que no nos conformemos con la chatura de cierto lenguaje cotidiano, que recordemos que somos verbo tanto como somos agua, carne y huesos.
Chelo- La poesía está ahí. En un libro, en una pared, en un niño, a la sombra de un fresno, en los restos de la sobremesa de anoche, en un chispazo de sol. Incluso, en un poema. Podemos pensar que ella sólo espera que la veamos.
P- ¿Qué está ocurriendo con la poesía local?
Silvia- Podemos hablar de lo que vemos en torno a las propuestas que impulsamos (el Encuentro Binacional de Poesía Conversaciones de Otoño, el ciclo “Poesía y picadita”, la publicación de “Sinestesia”, “Lectura en Rueda”, la Colección Vientofresco…) y es que se lee y se escribe mucha poesía, dos actividades que suelen hacerse en espacios íntimos. En los últimos años hemos podido contagiar el entusiasmo por abrir y compartir estos espacios de manera más pública; entonces la gente que no es “tan del palo” se arrima, se conoce, comienza a conversar y eso es un motor que revitaliza, que potencia.
P- ¿Qué ocurrirá con “Poesía y picadita” en este 2019?
Silvia- Resistirá…
Chelo- Erguida frente a todo
Silvia- Resistirá…
Chelo- Para seguir viviendo… laraira-rá… ¿Se podía cantar?
Comentarios