De Gilda al Potro cordobés: Tamara Viñez, la guionista popular

La cineasta Barilochense que escribió los guiones del filme sobre Gilda y “El Potro, lo mejor del amor” habla sobre su trabajo.

De Gilda al Potro cordobés: Tamara Viñez, la guionista popular

Arrancó de a poco y en silencio. La vorágine comenzó en 2004, cuando se sumó a la investigación del documental “Nietos, identidad y memoria”, de Benjamín Ávila.

Seis años después, llegó la dirección del cortometraje “Alicia” que ganó el concurso de “Historias breves”, organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) a nivel nacional, en la categoría “independiente”.

Junto a Lorena Muñoz guionó la película “Gilda, no me arrepiento de este amor”, protagonizada por Natalia Oreiro y poco después, llegó “El Potro, lo mejor del amor”, en homenaje al cantante cordobés Rodrigo Bueno que se estrena el 4 de octubre.

Tamara Viñez es barilochense. Nació en el hospital zonal y aunque solo vivió en la ciudad entre 1975 y 1977 porque sus padres se trasladaron a Buenos Aires, siente “suya la ciudad”.

Parte de su familia quedó desperdigada en Cipolletti y Villa Regina. Por eso, cada tanto, vuelve a la provincia y en especial, a Bariloche.

Viñez estudió en la escuela de cine Cievyc de San Telmo, en Capital Federal, y días atrás se desempeñó como tutora en el laboratorio de guión que propuso el Festival Audiovisual Bariloche.

“Tuve la suerte de trabajar siempre. Cuando escribís un libro o el guión de una película y esa obra tiene visibilidad, tu nombre empieza a circular. La película sobre Gilda fue mi primer largo; después, el de Rodrigo. Salieron de varios capítulos que hicimos para Encuentro, del ciclo ‘Soy del pueblo’ acerca de personajes populares que han fallecido”, sintetiza Viñez quien tiene experiencia como tutora de guión en varias ediciones del concurso nacional Raymundo Gleyzer que organiza el Incaa para egresados de las carreras de cine.

Viñez se considera una apasionada del guión y de la dirección (en la que incursionó en el 2010 con su obra “Alicia”) por igual.

“Son etapas distintas de un mismo proyecto. La escritura es la primera versión de una película, la primera propuesta. Mientras tanto, se hace el presupuesto, se ensaya con actores y se buscan locaciones. Es una etapa linda y experimental”, plantea.

Sin embargo, advierte que desea seguir transitando la dirección pero ahora, de algún largometraje.

“Esta instancia tiene que ver con otras decisiones. El guión es la etapa creativa; la dirección es aun más real. Distintas instancias creativas que arman un relato”, reflexiona.

Viñez también participó del FAB en el 2017 durante la presentación de “Gilda, no me arrepiento de este amor”.

“Este festival es una buena apuesta no solo para ver otro tipo de películas sino como espacio de trabajo”.

“ Todo suele estar muy centralizado en la ciudad de Buenos Aires. Por eso, estas instancias de trabajo creativas para la gente de la zona es interesante para fomentar la industria audiovisual”, sostiene la barilochense.

“Gilda, no me arrepiento de este amor” obtuvo siete distinciones en la 65ª edición del premio Cóndor de Plata en rubros como Dirección, Fotografía, Montaje y Actuación.

Datos

“Gilda, no me arrepiento de este amor” obtuvo siete distinciones en la 65ª edición del premio Cóndor de Plata en rubros como Dirección, Fotografía, Montaje y Actuación.

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