Tres propuestas para seguir leyendo: algo nuevo, algo usado, algo prestado

“Un libro de mártires…”

Para reflexionar sobre el aborto y la pena de muerte. Un libro largo, de 800 páginas, en el que la eterna candidata al Premio Nobel, Joyce Carol Oates, no le esquiva a la polémica. Es un libro inteligente, lleno de matices.

La historia en cuestión transcurre en 1999, y comienza el día en que se comete un asesinato a sangre fría. Luther Dunphy, un fanático religioso, llega a la puerta de la clínica abortista y espera a su víctima para dispararle: el médico Gus Voorhees. Dunphy no se siente culpable por el asesinato. Se siente un héroe: con su acción –está convencido– salvó a miles de niños que hubieran perdido la vida en manos de ese médico.

En este implacable y polémico retrato, Oates alterna los puntos de vista de dos familias cuyas convicciones determinan sus destinos, para luego seguir las historias paralelas de las hijas: la de Dawn Dunphy, que se convierte en una boxeadora de éxito, y la de Naomi Voorhees, futura cineasta y documentalista.

“Jane Eyre”

Apelar a los clásicos, esos clásicos que pueden haber quedado en alguna biblioteca familiar, es una buena manera de pasar la crisis. Y en ese plan, “Jane Eyre”, de Charlotte Brontë, es el modo perfecto.
La historia, la protagonista, los diálogos, la trama, todo encaja a la perfección en esta novela de Brontë.

Considerada una de las primeras novelas feministas, Jane Eyre es además un retrato del poder y el conflicto, escrita en una época de inestabilidad política y social en una ciudad textil del norte industrial de Inglaterra. En su momento, la novela generó mucha inquietud por su reivindicación de la libertad individual, por la denuncia del hambre que reinaba, no sólo en el aspecto físico, sino también intelectual y emocional; y también por esa protagonista conflictiva que trascendió los tiempos y las modas, y hoy puede ser leído como si hubiera sido escrito ayer nomás.

Las bibliotecas

El primer impacto es fuerte. Un libro a 1.200 pesos es una suma alta. Pero no debería ser una razón para dejar de leer o leer menos. Las bibliotecas son la mejor opción para pasar este invierno económico.

La Biblioteca Popular Julio A. Roca, de Roca, por ejemplo, cobra una cuota familiar de 150 pesos por mes. ¿Y qué hay? Todas las novedades, además de clásicos y títulos siempre buscados.

Este mes entraron a sus estanterías: “Una noche mágica”, de Danielle Steel; “El caso Fitzgerald” de John Grisham; “La llamada del crepúsculo”, de Sara Lark ; “Máximo impacto” de David Baldacci; “No soy un monstruo”, de Carme Chaparro; “La ciudad de la niebla” de Claudia Barzana; “Laberintos de la noche” de Anne Perry; “Huellas de vida: enamorados de las letras 2” de Américo Robol; “Filosofía en 11 frases” de Darío Sztajnszrajber; “Laëtitia o el fin de los hombres”, de Ivan Jablonka ; “Otra vuelta a la economía” de Martín Lousteau y Sebastián Campanario, entre otros.