Curioso robo en la Escribanía General de Gobierno

NEUQUEN (AN).- Un llamativo robo ocurrió en la Escribanía General de Gobierno entre la noche del miércoles y la madrugada de ayer. Las personas que ingresaron se demoraron en revisar uno por uno los valiosos documentos que están allí pero sin llevarse ninguno; solamente se alzaron con un CPU, dos máquinas de escribir eléctricas y dos impresoras. También intentaron abrir una caja fuerte, y los martillazos que dieron en la pared fueron los que alertaron a los vecinos sobre algo anormal que estaba ocurriendo en el interior del edificio.

El robo generó preocupación en el máximo nivel del gobierno. Apenas fue descubierto, ayer a la madrugada, se presentó en la Escribanía el vicepresidente primero de la Legislatura, Oscar Gutiérrez, para interiorizarse sobre los detalles.

Para los investigadores hay muchas circunstancias que llaman la atención y otras son enigmas difíciles de resolver.

La Escribanía está ubicada en Yrigoyen 866, en el alto de la ciudad, a una cuadra del edificio donde vive el gobernador. En las oficinas no hay alarma ni cámaras de video. Allí funciona además un depósito de la Jefatura de Gabinete y una dependencia de medicina laboral.

Las fuentes consultadas indicaron que hay valiosa documentación sobre los actos del Poder Ejecutivo, de transferencia de tierras fiscales y dominios de las áreas de hidrocarburos. También carpetas con documentos listos para la firma del gobernador y formularios que ya tendrían sello aunque estarían en blanco.

Según se supo, los vecinos escucharon ruidos extraños hacia la medianoche. Eran golpes firmes pero pausados, inusuales para esa hora. Por eso avisaron en forma anónima a la Policía.

Un móvil del departamento Delitos llegó al lugar poco antes de la una, y luego lo hicieron patrulleros de la comisaría Primera. En apariencia, estaba todo normal. Los efectivos dieron la vuelta por calle República de Italia e inspeccionaron un baldío tapiado cuyos fondos coinciden con los de la Escribanía.

En ese sector encontraron un destornillador y una barreta. Observaron además que la persiana de madera de una ventana del primer piso de la Escribanía estaba abierta. Cuando pudieron ingresar al interior encontraron un enorme desorden. Resultaba evidente que más de una persona habían estado revisando los cajones y armarios, y además habían intentado abrir una caja fuerte. Los golpes que le dieron fueron los que escucharon los vecinos.

Al ojo experto de los investigadores, hay varios detalles que llaman la atención, según explicaron a este diario. Para acceder a la ventana del primer piso hay un solo método: saltar (o «volar») desde un techo vecino. «Tuvo que ser el hombre araña», ironizó una fuentes. Agregó que si se falla el salto, la caída es de 4 metros.

La puerta principal de acceso, por calle Yrigoyen, es de blindex y le quitaron la cerradura. Pero ese trabajo sólo pudo ser realizado desde el interior.

Y para agregar un enigma más, la puerta tiene un pasador que estaba perfectamente colocado. Como es obvio, sólo se puede trabar desde adentro.

Para un ladrón, lo más valioso que hay en la Escribanía son las computadoras. Sin embargo, los denunciantes dijeron que sólo se llevaron un CPU. También dos máquinas de escribir eléctricas, una de las cuales está rota, y dos impresoras.