Cuty Navarrete, un ejemplo de superación

A pesar de sus dificultades para movilizarse tras sufrir un accidente hace varios años, ello no fue impedimento para que se inserte en el mundo laboral. Hoy es el encargado del control de ingreso de materiales en el corralón municipal.

En Allen conviven personajes entrañables que son un ejemplo de lucha. Norberto Navarrete es uno de ellos. Cuty, como lo llaman sus conocidos, está encargado de llevar el control de ingreso de materiales en el corralón municipal.

Tiene 46 años pero desde los 22 anda en silla de ruedas tras sufrir un accidente que le provocó una discapacidad motriz.

A pesar de que tiene una movilidad reducida, se las ingenió para hacer bien su trabajo durante 10 años.

“Cuando recién había sufrido el accidente tenía dos opciones, una era quedarme encerrado y morirme o salir y pelearla. Elegí luchar porque tenía dos pilares muy importantes que eran mis papás”, expresó con una sonrisa.

Su inicio laboral estuvo relacionado con la computación y la impresión de tarjetas personales. “Empecé con la computadora haciendo tarjetas antes del año 2.000. Los taxistas me pedían y la más chica era del tamaño de una placa de cementerio pero los locos me compraban igual”, recordó.

Luego Cuty comenzó a investigar cómo eran las tarjetas e inició cursos de diseño gráfico e informática. Llegó a tener su propio local de impresiones donde además daba clases y arreglaba computadoras. Sin embargo los costos era altos y se vio obligado a cerrar.

Encargado del pañol

Tras cerrar su local, comenzó una nueva búsqueda de trabajo. “Me daba cosa tirar currículums por mi discapacidad, pensaba que la silla iba a ser un estorbo”, recuerda.

Pero investigó sobre las leyes que lo avalan para trabajar y envió currículums a Allen, Roca, Neuquén y Cipolletti.

“Me llamaron de una casa de computación de Neuquén pero justo se cortó el teléfono”, contó mientras acomodaba unos documentos de su escritorio.

Debió haber sido el destino, porque al otro día fue al municipio y se encontró con el intendente Graciano Bracalente.

Desafió al jefe comunal a que lo probara en cualquier trabajo, “si ves que no te sirvo me decís y no hay problema”.

A los dos días recibió una llamada y tras una reunión con el mandatario, le avisaron que comenzaba a trabajar.

“Era una oportunidad y yo quería aprovecharla, desde ese día estoy laburando en el corralón”.

Su fuerza de voluntad es y seguirá siendo un ejemplo para muchos.

“La vida con vos o sin vos va a continuar. Si te quedás estancado te va a pasar por arriba, sino la peleas y creo que es lo más sensato. Tenés que quererte”, finalizó a modo de reflexión.

Su pasión por la bicicleta está intacta

Datos

“Cuando sufrí el accidente tenía dos opciones: quedarme encerrado en mi casa y morirme o salir y pelearla. Elegí luchar”.
Norberto Cuty Navarrete, encargado del ingreso de materiales en el corralón.
Hace cuatro años que Cuty corre en una bicicleta adaptada. El año pasado tuvo que hacer una pausa por una operación. “Ahora estoy haciendo gym para reponerme, recuperar la fuerza de mis brazos”, expresó ansioso.
Cuty contó que una vez estuvo en Roca en una clínica donde un señor se lamentaba porque había perdido un dedo. Él se acercó y le dijo: “Yo perdí las piernas loco, sabés lo vivo que tengo el corazón, peleala”.

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