Dan calendario a las fiestas del norte neuquino

CHOS MALAL (ACHM).- Las fiestas populares del norte neuquino identifican a cada pueblo o paraje. En algunas se rescatan las tradiciones, en otras la cultura. Están también aquellas celebraciones que hacen referencia a la actividad agrícola ganadera y las de profunda devoción religiosa.

La diversidad de fiestas populares en la zona norte hizo que distintos actores culturales pusieran su atención en la importancia de conformar una coordinadora de este tipo de eventos para que estén organizados cronológicamente de manera que no se superpongan y su difusión sea más eficiente (ver recuadro).

Es que la región norte de la provincia cuenta con expresiones culturales que ponen de relieve cada lugar e intentan rescatar tradiciones.

El 7,8 y 9 de noviembre próximo se llevará a cabo en Chos Malal la Fiesta Nacional del Chivito, la Danza y la Canción. Es el evento más importante de la región y tiene en común con las demás fiestas compartir expresiones de tipo local como son los espectáculos musicales, las danzas folclóricas, las artesanías, las destrezas criollas, las jineteadas y también las comidas típicas.

El norte neuquino tiene una amplia gama de alimentos tradicionales como lo son el asado de chivito, las tortas al rescoldo, tortas fritas, el pan casero en horno de barro, el vino patero, las cazuelas de pavos y gallinas, las humitas, el charqui, los pasteles, las empanadas y empanadillas dulces, el mote, el ñaco y la chupilca, entre otros.

Es la Fiesta del Chivito la que nació con el objetivo de rendir homenaje al campesino y a la actividad trashumante donde la cría de ganado, especialmente el caprino, es la principal fuente de subsistencia.

El valor de lo local

Si bien es cierta la relevancia que tiene para una fiesta contar con la presencia de artistas nacionales de renombre, en el norte neuquino intentan que las fiestas populares estén orientadas al rescate cultural de la zona.

Por ello en las fiestas es común encontrar a las cantoras populares, que si bien cuentan con su propio encuentro, que se realiza todos los años en Varvarco, su presencia engalana los escenarios de la región con sus cuecas y tonadas.

Es el denominado «canto campesino», una curiosa amalgama de culturas donde lo español se mezcla con lo chileno y se funde en una sola esencia. Le cantan al amor, a la tierra, a los angelitos y también a los campesinos trashumantes del norte neuquino, a través de su voz acompañada tan sólo por un estilo particular de tocar la guitarra, muchas veces junto con un «tañador», y los bailarines, amantes especialmente de las cuecas.