De Córdoba a Europa
Llamado Mario Rubén González, vestidito de charro, cantó por vez primera en el acto de fin de curso 1955, del primario Pablo Pizzurno en el barrio La Banda de Cruz del Eje. Tenía seis años. A los nueve, sabía cinco canciones de memoria cuando se presentó ante unas veinte personas en un barcito de su pueblo natal. Después participó en los programas-concursos «Guitarreadas Crush» por Radio Universidad, o «Ronda de estrellas» por Canal 12 de Córdoba. Fue luego cantante, con los hermanos Tisano y el Negro Becerra, de The Twister´s boys.
En Buenos Aires, alquilando pieza, se instaló en una casa de familia en Palermo Viejo. El primer contrato lo ligó a Canal 13, para cantar en el «Show del Mediodía» y en «Escala Musical». Primer disco: «El laberinto». Los bailes de fin de semana en los clubes o su participación en el debut de la cantante italiana Rita Pavone en el Opera, van engrosando currículum. Después, «Sábados Continuados» junto a las figuras del Club del Clan recién desembarcadas en Canal 9.
Tras un período sin oportunidades musicales, Marito optó por su nueva actividad de ilustrador, para la que había estudiando cuatro años; trabajó en un par de agencias y diseñó portadas para una discográfica.
Tenía casi diecinueve años cuando Luis Aguilé escuchó sus canciones y le propuso de viajar a España para grabar allí y distribuir los discos desde aquel país, en Argentina. Así fue. Nacía el seudónimo con el que hoy se lo conoce. A Madrid, llegó el 10 de agosto del '70. Alberto Cortez le facilitó su guitarra. En casa del pampeano, Jairo conoció al cantautor vasco Patxi Andión, al catalán Lluis Llach; también a Waldo de los Ríos. La vida había empezado a cambiarle de modo afortunadamente definitivo para la música.
En el 74, tras encontrarse en Buenos Aires con María Elena Walsh, compusieron una serie de canciones como «El valle y el volcán», primer éxito de Jairo en nuestro país. En 1975 graba «Jairo canta a Borges», doce poemas musicalizados por Astor Piazzolla, Carlos Guastavino, Julián Plaza, Eladia Blázquez, Cortez, Facundo Cabral, Daniel Piazzolla, Eduardo Falú, Rodolfo Mederos y Gustavo «Cuchi» Leguizamón, con producción y arreglos de Ricard Miralles.
En el 76 actúa por primera vez en el Teatro Coliseo y en 1977 debuta en el Olympia de París junto a Susana Rinaldi. Conoce a Atahualpa Yupanqui, la cantante griega Naná Moskouri, Charles Aznavour, Gilbert Becaud, Charles Trenes y el actor Jean Claude Brialy. Años más tarde, Horacio Ferrer y Piazzolla le componen «Milonga del trovador». Para entonces ya ha recorrido Grecia, Bélgica, Suiza, Montecarlo y Túnez. Graba en francés, italiano y alemán, y con Piazzolla, y realiza una gira de sesenta conciertos por Francia. En el 83, regresa al país y canta en la Nueve de Julio ante 1.200.000 personas.
Participa en el Festival de Cosquín 89. En el 90 estrena en Toulouse, «Revolver», obra de Jairo y Daniel Salzano, a la memoria de Carlos Gardel. Canta con Ariel Ramírez en el Teatro Colón y en el Luna Park en 1992. Graba «Cielos» (94), producido y arreglado por Pedro Aznar. En 1996, interpreta tangos en la gala en honor de los presidentes de los países del Mercosur, en el Colón, acompañado por guitarras. En 1998, fue condecorado por el gobierno francés como Caballero en la Orden de Las Artes y Las Letras. (E. R.)
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