De galpón ferroviario a museo arqueológico

NEUQUEN (AN).- El antiguo galpón de máquinas del Ferrocarril Sud, declarado patrimonio arquitectónico en 1998, reabrirá totalmente restaurado en mayo como Museo Arqueológico y Paleontológico. El proyecto de conservación de la fachada y de mejoramiento de la estructura interior demandará a la municipalidad una inversión de medio millón de pesos.

Construido por los ingleses en 1901, este edificio es considerado uno de los mejor conservados de la historia de la provincia de Neuquén. En 1986 abrió sus puertas como museo con el nombre «Doctor Gregorio Alvarez» en homenaje a un pionero que hizo historia en la región, hasta que, entre 2000 y 2005 funcionó aquí provisoriamente el Museo Nacional de Bellas Artes.

La conservación y restauración de este bien cultural tiene el propósito de restablecer las salas de exhibición de piezas originales y de réplicas de animales que dominaron la región hace más de 60 millones de años; de piezas auténticas de los primeros pobladores que datan de 10.000 años atrás; de elementos históricos de la Campaña del Desierto, de la primera gobernación del territorio, de la capitalidad de Neuquén, y de la llegada del tren.

Un equipo de conservadores pone el foco en los vitrales emplazados en los laterales de sector oeste del edificio y en las aberturas de madera de principios del siglo XX. Toda la fachada conserva el aspecto original característico de las construcciones ferroviarias inglesas de la época.

Los trabajos en el interior están dirigidos a readecuar las cañerías, arreglar y ampliar el sistema de cloacas, instalar un tanque de agua, reacondicionar los baños existentes, construir uno para uso de discapacitados y reemplazar el cableado eléctrico.

Estas tareas incluyen la colocación de un sistema de aire acondicionado y de cuatro estufas distribuidas en distintas áreas del edificio, además de la pintura interior y exterior.

La reapertura del Museo «Gregorio Alvarez» cobra valor especial en momentos que Neu

quén está dando los primeros pasos como ciudad turística-cultural y de convenciones.

«Es un trabajo importante porque es uno de los pilares que muestra nuestra historia. Forma parte del circuito turístico cultural junto con la sala «Emilio Saraco» de Artes Visuales y del museo «Pasaje Confluencia» que concentra la historia de la ciudad desde principios del siglo pasado», fundamentó la inversión el subsecretario de Cultura y Turismo, Pablo Carballal.

La sala «Emilio Saraco» y el Museo «Pasaje Confluencia» son arquitecturas que forman también parte de la llegada del Ferrocarril del Sud -más tarde, llamado Roca- al entonces territorio nacional de Neuquén. Este complejo se concentró en un área desértica que muchas décadas más tarde se conoció como Parque Central, en pleno centro.

El antiguo galpón de máquinas está inventariado como patrimonio arquitectónico por la provincia y por la municipalidad. La comuna publicó en 1998 el libro «Patrimonio arquitectónico de la ciudad de Neuquén»: es el primer relevamiento pormenorizado de edificios, objetos de barrios y del casco histórico realizado por un equipo de profesionales, que sirvió de base para la conservación de los pocos bienes culturales por parte del Estado Municipal.