De la Rúa convocó a pensar en los que menos tienen

El presidente presidió los actos por el 25 de Mayo. Se mostró preocupado por la situación social, atacó a los pesimistas y escuchó fuertes críticas contra los privilegios de los políticos.

Al cumplirse ayer el 191 aniversario de la Revolución de Mayo, el presidente Fernando de la Rúa admitió que «está preocupado y le duele» la difícil situación social por la que atraviesa el país, y criticó a los «pesimistas» que con su actitud «aplastan los indicios positivos» de reactivación que, según dijo, ya comienzan a vislumbrarse.

Volvió a convocar a todos los argentinos a la «unidad nacional» y pidió que «pensemos en los que menos tienen» y en «recrear las condiciones de producción y trabajo para ponernos gallardamente de pie».

Sus palabras parecieron una respuesta directa a las duras críticas que lanzó en el tradicional Tedeum el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, quien pidió sacrificios y austeridad a los gobernantes.

El representante de la Iglesia Católica cargó contra quienes «exigen sacrificios incalculables» a la sociedad «escondidos en sus burbujas de abundancia» y señaló que, cuando las necesidades básicas de una población «están seriamente agredidas, surgen lógicas reacciones de violencia, adicciones y marginalidad cultural y social». (Ver aparte)

Ante una consulta de los periodistas, De la Rúa aseguró no estar «distante de los problemas de la gente» y dijo conocer las «urgencias» sociales, al tiempo que expresó su deseo de poder contar «con soluciones rápidas» y «mayores recursos» que alivien esta situación.

«Me gustaría que se pusiera en marcha ya la maquinaria que permita la recuperación», dijo el primer mandatario, pero también recordó que la crisis ya estaba fuertemente instalada cuando él se hizo cargo del gobierno.

Cuando se le preguntó si estaba preocupado por la dura realidad que viven millones de argentinos, De la Rúa disparó: «ustedes creen que yo no sé las cosas que pasan en la calle? Yo recibo gente de todos los sectores sociales y no estoy distante de sus problemas».

Por la reactivación

A su vez, De la Rúa indicó que ya se vislumbran indicadores que marcan una incipiente reactivación, pero sostuvo que le «preocupa que cuando hay síntomas positivos me lo aplasten los pesimistas».

El presidente encabezó los actos oficiales del 25 de Mayo, que esta vez no incluyeron el desfile patrio, aunque sí una parada militar en la Plaza de Mayo, y se centraron en el tradicional Tedeum de la Catedral metropolitana.

De la Rúa se trasladó a pie junto a su gabinete y a los presidentes de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, y Provisional del Senado, Mario Losada, desde la Casa de Gobierno hasta la Catedral, en medio de un fuerte operativo de seguridad.

Una vez en el interior del templo, participó de un homenaje al Libertador General San Martín, frente al mausoleo en honor al prócer, y luego se ubicó, junto a su esposa, en los dos sillones colocados frente al altar, desde donde siguió, con gesto grave, los términos de la dura homilía de Bergoglio.

El presidente también participó del tradicional chocolate caliente que se sirvió en la quinta de Olivos y luego, en la Casa Rosada, recibió el saludo de los funcionarios y del cuerpo diplomático acreditado en el país.

En un breve mensaje que pronunció en la residencia presidencial, luego de presenciar el izamiento de la bandera nacional, el jefe del Estado solicitó que en esta fecha «reafirmemos el orgullo de ser argentinos».

De la Rúa inició su actividad muy temprano en la quinta presidencial, con la ejecución de la Diana de Gloria, a cargo de la Fanfarria «Alto Perú» del Regimiento de Granaderos a Caballo «General San Martín».

Luego recibió el saludo del personal que desempeña actividades en la quinta presidencial junto a su esposa Inés Pertiné y al intendente de Vicente López Enrique García.

Posteriormente, De la Rúa se dirigió a la Plaza de Armas para presenciar el izamiento de la bandera nacional, mientras la Fanfarria Alto Perú ejecutaba los acordes del Himno Nacional.

Allí, el presidente se sacó fotos y conversó con los alumnos de las escuelas locales que asistieron a la ceremonia.

Antes de trasladarse a la sala de Convenciones para participar del tradicional chocolate, De la Rúa convocó a que «pensemos en los que menos tienen, en la solidaridad interior y pensemos en recrear las condiciones de producción y de trabajo que necesitamos para ponernos gallardamente de pie».

«Hoy 25 de Mayo saludo a todos los argentinos y convoco a todos a la unidad nacional que es el factor fundamental para la recuperación del país y para darle fuerzas a todos en la gran tarea que debemos emprender y continuar por el camino de la recuperación», afirmó De la Rúa.

(DyN e Infosic)}

«No fogoneo lo de las armas»

El presidente De la Rúa fue categórico al ser consultado sobre la causa de la venta ilegal de armas, al afirmar que «yo no estoy detrás de eso fogoneando nada, ni aprovechando esta situación» y sostuvo que el tema se circunscribe únicamente al ámbito de la Justicia. Se negó a opinar sobre la situación procesal del cuñado de Menem, Emir Yoma, y del ex ministro de Defensa, Antonio Erman González, al señalar que «ya hablé» de este tema.

En cuanto a la posibilidad de que se produzcan estallidos sociales en el país, que fue deslizada, entre otros, por el gobernador Ruckauf, el presidente dijo se trata sólo de «amenazas de aquellos que tienen una actitud soberbia y no la responsabilidad directa» de gobernar. (DyN)


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