De la Rúa puso en vilo al país por un problema leve en un pulmón
Le practicaron una operación menor por un neumotórax.
BUENOS AIRES.- El presidente electo, Fernando de la Rúa, fue sometido ayer a una intervención quirúrgica menor en uno de sus pulmones que lo obligará a estar internado «dos o tres días» en el Instituto del Diagnóstico, a pesar de su evolución «favorable».
El malestar es clínicamente conocido como «neumotórax espontáneo» .
Pero el problema lo alejará momentáneamente de la maratónica serie de reuniones que mantenía junto a sus equipos técnicos para consolidar la transición que lo dejará en lo más alto del poder, a partir del próximo 10 de diciembre.
De la Rúa se acercó ayer al Instituto para realizarse un chequeo de control -que, en rigor, tenía agendado para el próximo lunes-, por una leve dolencia en el pecho que los médicos tradujeron luego como un «neumotórax espontáneo», en otros términos: acumulación de aire en la cavidad pleural.
Según indicó el parte médico leído por el director del Instituto, Jorge Salvador Edo, el sucesor de Carlos Menem concurrió al centro asistencial para hacerse un «chequeo de control, detectándose un neumotórax derecho espontáneo, que fue drenado con anestesia local, siendo su evolución favorable».
La información acerca de la internación de De la Rúa motivó que numerosos funcionarios y políticos, tanto del PJ como de la Alianza, se comunicaran telefónicamente con esta agencia en busca de mayores precisiones.
La noticia generó inquietud en sectores políticos y económicos, aunque el voltaje de preocupación descendió abruptamente cuando se supo que la intervención menor había consistido en algo similar a un drenaje y que De la Rúa se encuentra en buen estado general.
En contra de las versiones de allegados a De la Rúa, quienes decían que el sucesor de Carlos Menem se encuentra alojado en una sala común, Carlos «Chacho» Alvarez aseguró que el jefe del Gobierno porteño está internado en «terapia intensiva», aunque apuntó que está allí «para que nadie lo moleste, para que esté tranquilo».
Alvarez se ocupó, sin embargo, de aclarar que «eso, mal interpretado, puede generar intranquilidad», y recalcó que «está todo tranquilo, todo bien, y no hay ningún problema con la salud del presidente electo».
El secretario de Salud porteño, Héctor Lombardo, en cambio, dijo que De la Rúa permanecerá internado «dos o tres días para no ser molestado en una sala especial, que no es terapia intensiva».
Al retirarse del centro asistencial tras interiorizarse del estado de salud del futuro presidente, Lombardo precisó que a De la Rúa se le practicó «un drenaje de aire» que, según dijo, se produjo a causa de una «pequeña fisurita en la pleura».
El único informe médico difundido ayer precisó que De la Rúa «permanecerá en observación» y agregó que su comunicación está limitada a sus «colaboradores más inmediatos». El próximo parte médico se dará recién hoy a las 10, según se adelantó en el Instituto.
Primero en compañía de su mujer, Inés Pertiné, y de su hijo menor, Fernando, y luego de todos los que se acercaron a saludarlo al instituto, De la Rúa pasó la tarde «tranquilo», indicaron allegados al presidente electo.
De la Rúa recibió las visitas de su hermano Jorge, de Alvarez -a quien encomendó ocuparse de las reuniones pendientes hasta tanto pueda retomar sus funciones-, Lombardo, Pedro Calvo, Melchor Cruchaga, Antonio Berhongaray, su amigo personal Adalberto Rodríguez Giavarini, el gobernador electo de Buenos Aires, Carlos Ruckauf y Zulema María Eva Menem, hija del jefe del Estado.
El estado de ánimo del presidente electo quedó, no obstante, reflejado a través de una conversación telefónica que mantuvo con Menem, quien -desde La Rioja y en tono de broma- le preguntó si era el problema del presupuesto lo que lo tenía mal. (Ver recuadro)
También dialogó brevemente con el ministro del Interior, Carlos Corach.
El ex presidente Raúl Alfonsín, quien regresa de París tras participar de la Internacional Socialista, fue comunicado «de inmediato» acerca del estado de salud de De la Rúa a través de su vocero Federico Polak, mientras que el ex ministro Domingo Cavallo, de gira por España, adelantó su vuelta al país al enterarse de la noticia.
El ex rival de De la Rúa en las elecciones del último 24 de octubre, Eduardo Duhalde, en tanto, pidió a sus colaboradores que lo mantengan permanentemente informado acerca del estado de salud del futuro presidente. (DyN e Infosic)
¿Qué es un neumotórax?
El neumotórax espontáneo que afecta al presidente electo Fernando De la Rúa es una enfermedad que generalmente tiene origen congénito, es de rápida solución y de pronóstico favorable.
Así lo indicó ayer a la agencia Télam la doctora Silvia Lauría, médica de cabecera de la obra social de la Unión de Trabajadores de Prensa (Utpba) y el sistema de salud Medicus S.A.
«Un neumotórax es el pasaje de aire a la cavidad pleural y cuando es espontáneo generalmente obedece a la existencia de una 'bulla', es decir, de una ampolla, en la pleura que recubre los pulmones y que de pronto se rompe», le dijo Lauría.
«Las 'bullas' en la cavidad pleural suelen ser congénitas: a veces permanecen toda la vida sin que pase nada, y otras veces se rompen y producen un neumo tórax», agregó.
La otra posibilidad para la producción de un neumotórax está dada por un fuerte golpe en el pecho: «también puede producirse un neumotórax por traumatismo: un accidente, un fuerte golpe en el pecho, la rotura de costillas, pero éste no es evidentemente el caso», explicó.
Los neumotórax, cualquiera sea su origen, «no tienen ninguna vinculación con el hábito de fumar», y son muy distintos al enfisema, enfermedad debida a la retención de aire en los pulmones (no en la pleura) y producida entre otras cosas por la nicotina y el alquitrán acumulados en la cavidad toráxica. Lauría indicó que el neumotórax espontáneo de origen congénito «tiene pronóstico absolutamente favorable y se soluciona rápidamente, a veces sin ningún tipo de intervención».
Sustos repetidos
Primero fue Carlos Menem con su crisis cardiovascular. Luego Raúl Alfonsín, que durante varios días estuvo entre la vida y la muerte tras su violentísimo accidente automovilístico en el sur del país.
Ahora le tocó a Fernando de la Rúa.
Coincidentemente, los tres incidentes que involucraron a estas personalidades se produjeron en momentos particularmente especiales para la vida del país.
Menem se disponía a viajar a Chile, a una reunión de presidentes -con toda la comitiva embarcada- cuando, todavía en la residencia de Olivos, sufrió un cosquilleo en un brazo. Su médico personal, Alejandro Tfeli fue rápido y certero en el diagnóstico. El automóvil presidencial nunca llegó al aeroparque sino que se dirigió primero a un establecimiento médico y luego al Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.
Raúl Alfonsín quería llegar en tiempo y forma a una reunión partidaria en plena campaña electoral rionegrina. El barro y el hielo provocaron el vuelco de su vehículo. La falta del cinturón de seguridad hizo el resto. Llegó en estado desesperante a una clínica de Roca y luego se efectuó su delicado traslado al Hospital Italiano de Buenos Aires.
Su fe, tenacidad, y tosudez por aferrarse a la vida, revirtieron un cuadro que en las primaras horas parecía inexorablemente fatal. (Infosic y AR)
BUENOS AIRES.- El presidente electo, Fernando de la Rúa, fue sometido ayer a una intervención quirúrgica menor en uno de sus pulmones que lo obligará a estar internado "dos o tres días" en el Instituto del Diagnóstico, a pesar de su evolución "favorable".
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