De Loncopué, a recorrer el mundo

Una obra en piedra de Jorge Bagli fue premiada en Loncopué por el movimiento internacional "Be Art". Será parte de una muestra itinerante.

NEUQUÉN (AN).- Fuera de los círculos de arte de las grandes capitales culturales, Jorge Orlando Bagli tuvo su día de gloria como artista rodeado de su gente en una sala de la iglesia de Loncopué, el pueblo en el que vive y trabaja como portero de una escuela y manejando un camión.

Hasta ese paisaje, situado a 270 kilómetros de la capital neuquina, llegó el movimiento internacional «Be Art», impulsado por el artista plástico belga Julian Friedler y definido como el intento de trascender al campo del arte para proyectarlo al campo social.

«Be Art» ya enroló a muchos creadores del mundo con el objetivo de resaltar las potencialidades artísticas de cada persona. Friedler persigue la idea de que hay un escenario de creatividad poco explorado por los canales convencionales. Y busca nuevos talentos alrededor del planeta ayudado por sus colaboradores, otros artistas como él, ávidos de hallar piezas inéditas y desconocidos representantes de las artes.

En octubre pasado, Loncopué fue el espacio elegido por el artista belga para desembarcar con el certamen «Be Art» abierto a los artesanos de la zona. De la convocatoria participaron personas de Las Lajas, Caviahue, Las Ovejas, Loncopué y otras localidades. Hubo más de setenta trabajos, entre piezas de cerámica, telar mapuche, grabados, esculturas de piedra y madera. Veinticinco de estos fueron seleccionados para recorrer el mundo en una exposición itinerante organizada por Friedler.

Bagli, de 50 años, fue galardonado con el primer premio por su obra sin título, un rostro mapuche tallado en piedra bruta. Eugenia Fernández

Melé se llevó el segundo premio por la pintura «Loncopué» y la obra textil de Susana Osés se alzó con el tercer puesto. El jurado del concurso -que duró un día al igual que la muestra- estuvo integrado por Carmen Ferreyra, argentina residente en Nueva York que se encarga de llevar adelante el proyecto de Friedler en la Argentina, un crítico de Buenos Aires y una maestra del pueblo.

«Fue una alegría porque aquí en Loncopué no hay donde mostrar las cosas que se hacen», dijo a este diario el artesano que trabaja la piedra en los ratos libres cuando su trabajo se lo permite.

«Una vez hice una exposición en Copahue y otra vez en Neuquén, además una obra mía fue seleccionada para ir a Cuba», aclaró por si quedaban dudas de sus capacidades este hombre sencillo, poco locuaz.

El artesano de pocas palabras está contento -según expresó- porque su obra primero girará por el mundo y después ocupará un sitio en un museo de Alemania. A la vez que se sorprendió al escuchar de esta cronista que su nombre había salido publicado en las páginas del suplemento «Ñ» de «Clarín». «Pocas veces los artesanos de la zona tenemos la posibilidad de mostrar lo que hacemos», dijo.

El movimiento «Be Boz, Be Art (Alrededor de Boz en 80 años)» comenzó en diciembre del 2006, en Bruselas, donde se realizó la primera noche de Boz. A partir de allí las obras del «Be Art» se propagan sin parar por diferentes países como Israel, China, Francia, Brasil, Ruanda, EE.UU., Chile y Uruguay.

En Argentina, además de la experiencia en Loncopué, se realizó los primeros días de diciembre una muestra en la Galería Dacilart (Buenos Aires), un espacio que busca difundir a los artistas latinoamericanos en el exterior.


Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios