De terror

puntos sacó River de los últimos 21 en juego. Muestra de por qué está en la promo.

Redacción

Por Redacción

Nunca hubo una tarde más triste en la vida de River, el club que más títulos locales acumula en el fútbol argentino. El equipo de Jota Jota López quedará en la historia como aquel que afrontará una promoción para mantenerse en la máxima categoría. Lo hará el miércoles ante Belgrano, en Córdoba, una de las instituciones más importantes del interior del país.

Con el 1-2 de Lanús ya sellado, el Monumental fue una hoguera y los hinchas pidieron ‘que se vayan todos’, dirigentes, cuerpo técnico y jugadores.

Fueron los 90 minutos más largos de la existencia millonaria. Es más, la prensa confirmó que hasta un hincha millonario sufrió un infarto en la zona de plateas y que más tarde falleció.

Todo le salió mal al equipo del Negro López, que llegó al descanso en promoción (porque ganaba Olimpo en Quilmes y Tigre empataba en La Paternal) y así acabó el cotejo. La culpa primera hay que buscarla en uno mismo, y lo cierto es que River fue una sombra que deambuló sin norte, sin fútbol, errante y perdido ante un Lanús con las cosas bien en claro. Es más, el Granate corrió la cancha como si estuviese de vacaciones y así y todo llenó de padecimientos al millonario.

El local no supo jugar en circunstancias límites y sólo Matías Almeyda mantuvo la calma en momentos determinantes. Lanús aguantó la arremetida inicial del dueño de casa y después se plantó decidido en la cancha. El equipo de Schurrer manejó el balón con sapiencia, supo sacarle el juego a los nervios del rival y pegó en un momento en el que River era un alma en pena. Fue a los 30, en una contra que armaron Pizarro y Regueiro y que acabó con una joyita de definición del rendidor Silvio Romero, que pegó el balón al palo izquierdo de un sorprendido Juan Pablo Carrizo.

El Monumental fue gobernado por un silencio sepulcral, sobre todo sabiendo que Olimpo seguía arriba en el marcador, y que Tigre ya había empatado. Así, en ese trance, se fue el primer tiempo sin situaciones claras para River (sólo un cabezazo de Ferrero).

Pero el panorama se aclaró un poco en el inicio del complemento porque mientras los hinchas hacían cuentas que nunca daban, Paulo Ferrari tomó un balón en el sector derecho, lo elevó a modo de centro y el pibe Lamela, hasta ahí demasiado errático e individualista, lo tomó tras una falla defensiva y lo mandó a dormir a la red. 1-1 y explosión.

Pero el juego de River no cambió, los nervios continuaron mandando en las mentes de los jugadores de Jota Jota y ante ese panorama los hinchas (seguramente el cuerpo técnico también) comenzaron a rogar para que Quilmes les de una mano. Lo cierto es que el equipo de Caruso Lombardi lo buscó por todas las vías, pero siempre chocó contra el gigantesco arquero juvenil Matías Ibáñez, desde ayer el jugador más odiado en Núñez. (ver página 44)

Y si de arquero se trata, la atajada de la tarde en el Monumental fue para Agustín Marchesín, quien sobre los 33 se quedó con un mano a mano ante Lamela, que sobre los 41 volvió a disparar débil. El partido se iba y todos los ruegos se dirigían hacia la cancha del cervecero, que de empatar hubiese logrado no su salvación, sino la de River. Pero este River juega tan mal que sobre el final recibió el segundo golpe de Lanús, con un perfecto ‘chanfle’ del ingresado Leandro Díaz que se clavó en el ángulo.

Así, este equipo escribió la página más negra de un club que añora tiempos gloriosos. Habrá que ver cómo acaba esta historia.

fútbol de afa

DyN


Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios