De un piedrazo dejó a su vecina en gravísimo estado

Una pelea de chicos terminó mal en las 250 Viviendas de Roca. Un joven reclamaba una bolsa con bombitas de agua, se irritó y agredió a una menor de 15 años, que ahora lucha por vivir.

Los dos protagonistas de la historia viven en la calle La Rioja de las 250 Viviendas, a escasos 50 metros entre sí.
ROCA (AR).- Una vez más debe hablarse en Roca sobre el altísimo nivel de violencia que los chicos imprimen a sus conductas, especialmente a la hora de defender espacios ante sus pares. Ahora la víctima es una joven de 15 años, que por poco le está ganando la pelea a la muerte luego de que un vecino le aplicara un certero piedrazo en la cabeza porque no le devolvían una bolsa con bombitas de agua.

Lo que empezó como una broma se convirtió en drama para dos familias de las 250 Viviendas, que viven apenas separadas por unos 50 metros, en la calle La Rioja al 2.500.

Entre otros chicos del populoso barrio, un varón de 14 y una mujer de 15 decidieron sofocar el calor del martes en el canal principal de riego. Todo marchaba bien y el clima era de alegría y juegos, típico de un grupo de adolescentes en vacaciones.

Sin embargo, una actitud no cayó del todo bien en uno de ellos, al que le escondieron una bolsa con globos de agua y a pesar de su insistente reclamo no le devolvían.

Así pasaron varios minutos, hasta que todos decidieron regresar hacia el barrio, emplazado en la zona noreste de Roca, según la reconstrucción de los hechos que logró hacer personal de la comisaría 31.

Aparentemente la bronca del menor que había sido centro de las bromas no cesó ni siquiera cuando la chica le devolvió en una plaza el paquete de bombitas. Su ira lo llevó a tomar una piedra entre sus manos para arrojársela sin mediar advertencias a quien hasta hacía unos pocos instantes atrás había compartido la tarde de esparcimiento con él.

La joven de 15 había salido corriendo en dirección a su casa, pero cayó desplomada. El proyectil le dio plenamente en su cabeza (más precisamente en la zona parietal derecha) y tras el desmayo un charco de sangre comenzó a rodearla en el piso.

Para colmo, todos los que observaron el impacto de la piedra sobre la cabeza de la joven desaparecieron y fueron terceros que pasaron por la plaza quienes acudieron en ayuda de la herida.

De allí en más -y con los familiares anoticiados- todo fue nerviosismo, gritos y acusaciones que se mezclaban entre los pedidos desesperados de una ambulancia, de acuerdo al relato de testigos.

El primer destino de la menor fue el hospital «Francisco López Lima», pero su estado era gravísimo, a punto de ingresar en coma, por lo que decidieron trasladarla hacia el sanatorio Juan XXIII. Pero el deambular de la víctima no cesó allí, ya que por falta de camas hubo que derivarla hacia la clínica Roca, donde se le realizaron tareas para estabilizar el funcionamiento de sus órganos vitales.

Ayer al mediodía la operaron y, según el relato de su hermana, permanecía grave porque además del hematoma que le extrajeron también hubo que sacar huesos lesionados, que a partir de la fractura padecida complicaban el normal funcionamiento neurológico.

Más allá de que los riesgos de muerte continuaban, durante la tarde de ayer hubo un signo alentador y fue que la chica retomó conciencia y pudo hablar con sus allegados.

La familia también confirmó que presentó una denuncia en la comisaría 31, en contra del joven de 14 años que lanzó la piedra. Hasta ayer la situación del menor no era clara, ya que debe aguardarse por la evolución en el estado de la víctima para definir luego los pasos a seguir en el plano judicial.


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