Debate sobre la capacitación policial en un juicio
El fiscal y los defensores aludieron al tema durante los alegatos en una causa contra policías por detención ilegítima y vejaciones. Pidieron hasta tres años de prisión en suspenso.
Notas anteriores
NEUQUEN (AN)- El juicio contra cinco policías acusados de detener en forma ilegítima a tres jóvenes y golpearlos derivó en un debate sobre la postura de la sociedad ante la inseguridad, y sobre las instrucciones que reciben los uniformados que patrullan las calles en prevención del delito.
Fue en la audiencia destinada a los alegatos, durante la cual los abogados defensores se esforzaron por inscribir la causa en un contexto más amplio.
En lo estrictamente técnico, el fiscal Jorge Otegui pidió que se condene a tres años de prisión en suspenso al oficial ayudante Gustavo Bessone, por privación ilegítima de la libertad, vejaciones, daño simple, falsedad ideológica y falsa denuncia; y a un año y medio de prisión en suspenso al resto de los imputados: oficial ayudante Claudio Tecker Reyes, cabo primero Edgardo Rojas, cabo José Canale y agente Daniel Lara, por los delitos de privación ilegítima de la libertad y vejaciones. En todos los casos agregó la inhabilitación especial por el tiempo de la condena.
Los hechos, tal como informó ayer «Río Negro», ocurrieron el 25 de mayo pasado a la tarde. Los imputados detuvieron a los jóvenes Pedro Juncos, Federico Mauri y Jorge Calfunao en Mitre casi Olascoaga porque estaban indocumentados. Según la denuncia, los golpearon, y luego provocaron destrozos en un patrullero para atribuírselos a los detenidos. También falsearon el acta en la cual describieron cómo había sucedido todo.
Otegui dijo en su alegato que el procedimiento policial fue «injustificado», ya que tuvo su origen en que el pelo largo de los jóvenes los convirtió en sospechosos.
Los defensores Hugo López y Angelino Arenas centraron su alegato en justificar la legitimidad del procedimiento, y pidieron la absolución de sus clientes.
Arenas, con amplia experiencia en esta clase de juicios, hizo una serie de agudas observaciones con el objetivo de darle un marco más amplio al caso:
•»La Policía forma a un agente en seis meses y lo manda a la calle con un arma y una consigna: prevenir. ¿Le explica cómo debe hacerlo? No».
•»Estos policías (por los imputados) no hicieron más que cumplir con las instrucciones que tienen. Si no procedían así corrían el riesgo de que les abrieran un sumario».
• «¿A quién debemos juzgar? ¿A los que cumplen con las instrucciones o a los que dan las instrucciones?»
•»¿Es culpa de la policía que exista un prejuicio contra el pelo largo? Hay lugares donde no permiten ingresar con el pelo largo o con aros… La sociedad ha conformado esa imagen de los sospechosos. A estos policías les pareció que en función de esa forma de pensar, tenían que identificar a estos jóvenes. Y como se resistieron, los detuvieron. No fue por capricho».
Su colega López, en tanto, habló en la misma sintonía:
•»¿Cuál es el límite que justifica coartar la libertad de una persona, qué es lo que se privilegia?»
•»Cualquier policía está convencido de que puede pedir los antecedentes de una persona por portación de cara, algo que ni un juez puede hacer».
Arias, que defiende a Bessone, negó la existencia de la paliza a los jóvenes.
En consecuencia, también rechazó la acusación de que sea falsa el acta en la cual el oficial ayudante dejó constancia de cómo ocurrieron los hechos, y la denuncia que hizo de los daños en el patrullero.
A la audiencia de ayer asistieron familiares de los jóvenes golpeados y de los acusados, así como varios policías que se acercaron para acompañar a sus camaradas sometidos a juicio.
La sentencia se conocerá el miércoles próximo, dictada por la Cámara que integran José Andrada, Antonino Gagliano y Emilio Castro.
Notas anteriores
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios