“Inglaterra estaba preparada para un conflicto bélico en las Islas Malvinas desde 1976”

El historiador Carlos Gigliotti, subdirector de la dirección Gesta de Malvinas del Senado de la Nación, entiende como pocos el histórico conflicto con Gran Bretaña por nuestras islas. Desde hace unos años está llevando adelante un plan de capacitación y divulgación sobre el tema, y hoy estará en Maquinchao dando una charla debate, invitado por la comuna de la localidad rionegrina. La cita es en Centro Cultural desde las 19.

Cuando el tema a tratar es Malvinas, a Carlos Gigliotti las palabras le brotan por sí solas. Explica, rememora, fundamenta y principalmente entiende como pocos la cuestión histórica, soberana, orgullosa y también dolorosa de las Islas del Atlántico Sur. Siempre tan cerca, siempre tan lejos.
Es historiador, ha escrito varios libros sobre la problemática de Malvinas y es el subdirector del departamento Gesta de Malvinas del Senado de la Nación. Hace un tiempo se propuso impulsar un programa educativo llamado “Entender Malvinas”, con el fin de tratar de llegar a la mayor cantidad de gente posible.

El programa está pensado en tres partes: un seminario con una duración de tres días, un curso de capacitación docente, que ya se ha hecho en varias ciudades del país; y una charla debate como la que se ofrecerá hoy en el Centro Cultural de Maquinchao desde las 19. “Comenzamos a gestionar y mandamos la mayor cantidad de mails posible a todas las secretarías culturales de la República Argentina de cada provincia, de cada localidad… Nos llegó la invitación de la comuna de Maquinchao, así que por primera vez vamos a visitar Río Negro con este proyecto”, nos cuenta Carlos sobre el plan de capacitación y divulgación sobre el tema Malvinas.

Para Gigliotti buena parte de la historia sobre las Islas no es cómo la han contado. Para él la verdad está en la memoria de los veteranos de guerra. “Los combatientes son la historia presente que teníamos ausente…”, dice Carlos, que el mes pasado presentó en el Senado de la Nación el libro “Bravo 25, un Puñado de valientes, la épica historia de la Compañía “C” del Regimiento de Infantería 25 en Malvinas”. Una narración detallada y de rigurosa investigación histórica de lo sucedido en Malvinas durante la guerra contra los ingleses de 1982.

En abril de este año, el historiador Carlos Gigliotti presentó su libro «Bravo 25» en el Senado de la Nación.

“Las Malvinas son argentinas antes de ser descubiertas, por lo que se conoce como el Tratado de Tordesillas de 1494. A partir de ese tratado entre España y Portugal, las Islas ya pertenecían a España. Y por herencia, después de la independencia, pasan al poder de la República Argentina.
Nosotros sentamos jurisprudencia en 1820 y aún más en 1829 con la creación de la Comandancia Militar Malvinas con el comandante Luis Vernet y su rol fundacional en las Islas. Cuando fuimos libres e independientes de España, en 1823 y 1825 se firmaron el Tratado de Reconocimiento e Independencia Argentina y un Tratado de Libre Comercio entre Argentina y Gran Bretaña. En esos dos tratados, Inglaterra no hace ningún reparo jurídico ni geográfico sobre la soberanía de las Islas. Es decir, firmó que reconocía la soberanía argentina sobre Malvinas en esos dos tratados”, sostiene Gigliotti. “No hay nada en el mundo que justifique que Gran Bretaña tenga algún tipo de derecho sobre las Islas”.


Las Islas Malvinas y la política


– ¿Por qué cree que le cuesta tanto a la política nacional empatizar con la cuestión de Malvinas?
– A nosotros siempre nos dijeron, desde chicos, que las Islas Malvinas son argentinas. Es un hecho transversal a nivel internacional, a nivel político, a nivel de todo lo que vos quieras. Pero es un hecho sentido para nosotros. Y se dio en un momento no querido quizás, donde el país está viviendo un momento difícil, complicado. Entonces, es como que se unió al conflicto de Malvinas con el hecho político de la dictadura. Y desde ahí nunca se pudo separar de todo eso. Hubo también un tema de desmalvinización muy grande…

Las últimas actuaciones del gobierno a nivel diplomático sobre el reclamo de soberanía, han despertado críticas desde distintos sectores. ¿Qué opinión tiene usted sobre eso?
– Sobre la gesta de Malvinas nosotros trabajamos sobre tres ejes. Capacitación, investigación y divulgación. No estamos metidos directamente en lo que es la toma de decisiones, eso pasa por Cancillería, porque ya hay una política del Estado con respecto al tema. Todo gobierno trata de hacer lo mejor sobre el asunto. Obviamente que muchas veces a uno le puede parecer que es poco. Porque cuando se habla de Malvinas todo es poco. Entonces, cuando se toman decisiones que a mí particularmente no me gustan, trato de trabajar con más fuerza para que se pueda llegar a buen puerto lo antes posible.

«El pedido de autodeterminación de los pueblos en Malvinas no es aplicable», sostiene Gigliotti.

El presidente Milei también ha dicho que espera que Argentina sea potencia para que los isleños tengan la autodeterminación de ser argentinos. De alguna manera, avalando también el argumento de Gran Bretaña sobre la ocupación. Eso también ha despertado polémicas.
– Yo creo que fue hecho desafortunado porque se echó por tierra la resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Malvinas, que es el mayor triunfo diplomático que tuvo la República Argentina en toda su historia. En esa resolución se logró que más de 140 países reconocieran la situación colonial y de conflicto, e intimaron al Reino Unido a sentarse a hablar de soberanía y arreglar la cuestión con la Argentina. En esa resolución hay un apartado muy importante, que es que se debe tener en cuenta en la negociación los intereses de los isleños, no los deseos. Por lo tanto, tira abajo ese argumento de la autodeterminación de los pueblos.

La resolución 2065 de las Naciones Unidas sobre Malvinas fue en 1965.

– En este caso no es aplicable…
– El pedido de autodeterminación de los pueblos en Malvinas no es aplicable. Si los ingleses hubiesen dejado la población argentina que estaba en las Islas, esa población se habría desarrollado bajo la tutela y el dominio británico, y en un momento determinado podría pedir volver a la Argentina. Ahí sí existiría una población autóctona. No puede haber autodeterminación de los pueblos y exigir una opinión con respecto a un voto de ser ingles o ser argentino, cuando esa población es transportada. Esa población en Malvinas no es legítima.

El historiador junto al veterano de guerra José Cruz, soldado conscripto de la Infantería de Marina.

– ¿Los británicos introducen la población inmediatamente después de la ocupación en 1833? ¿O es un proceso?
Hay un proceso. Fue una cuestión de largo tiempo donde fueron llegando ingleses, irlandeses, escoceses y hasta alemanes. Sí hay que tener en cuenta que se utilizó en el sentido político práctico. Las Islas Malvinas tienen un poder geopolítico muy importante. Por lo tanto siempre fue, desde 1833 hasta que se pudo poblar en forma significativa, base y pasada de barcos de guerra con presencia inglesa en la zona.


Malvinas y un conflicto bélico que no nació de un día para el otro


– ¿En qué situación estaríamos hoy respecto a las Islas, si no hubiera existido el conflicto bélico de 1982?
La guerra la venía programando Gran Bretaña desde 1976. Tarde o temprano iba a pasar. La recuperación de las Islas Malvinas fue el 2 de abril… ¿Vos podés lanzar una operación desde Londres con 150 barcos de guerra, con todo el abastecimiento, y 5.000 hombres de infantería el día 5 de abril? Tres días después de iniciado el conflicto es demasiado rápido cómo para armar toda esa logística. Cuando en 1976 el Departamento de Descolonización de la ONU intima a Gran Bretaña devolver Belice, Hong Kong y Malvinas, para Gran Bretaña fue un gran problema. A Belice le da la independencia, pero forma parte del Commonwealth. Le devuelve Hong Kong a China (en 1997) y faltaba Malvinas…

– ¿Qué fue lo que pasó en 1976?
– Son tan pragmáticos los ingleses que les costaba entender el sentimiento argentino sobre las islas. Ellos pensaban que algo más tenía que haber. Entonces lanzaron la Operación Shackleton, comandada por el nieto del famoso explorador, por eso se llamó así. La operación estuvo disfrazada de ser una misión científica para hacer un reconocimiento de las Islas y alrededores, pero en realidad fueron a comprobar el potencial petrolero, la riqueza ictícola y a reafirmar la ruta estratégica hacia el Atlántico Sur. Cuando regresó la expedición, se entregó un informe detallado a la Cámara de los Lores, ¿Qué dijeron los ingleses? No se la devolvemos nada. Además eso sucede en plena Guerra Fría. Inglaterra y la OTAN no iban a devolver las Islas teniendo los submarinos rusos deambulando por el Atlántico Sur.

Carlos Gigliotti junto al veterano de guerra Roberto Visgarra.

¿La guerra fue una gesta de Margaret Thatcher? Al momento del conflicto ella no era muy popular…
-Inglaterra estaba prácticamente en un problema de explosión social en esos años. Thatcher tenía entre el 9 y el 12% de aceptación de la gente, el Banco de Inglaterra estaba al borde de la quiebra, había huelgas en el norte, crisis con los mineros en Escocia… Pero gestionar un conflicto colonial lejos de Inglaterra estimulaba y sentaba bien. El puntapié inicial para gestionar un conflicto bélico lo dio Thatcher y la Royal Navy, para demostrarle a la Cámara de Lores y a la Cámara de los Comunes, que la flota era importante. La Royal Navy estuvo cerca de ser desguazada por falta de presupuesto. Gran Bretaña exportó todos sus problemas internos en una guerra colonial. Porque de esa forma une al pueblo. Un país colonialista trabaja de esa manera.

– ¿Cómo es su sentimiento hacia los veteranos de guerra de Malvinas?
Es muy fuerte. Porque ellos son la historia presente que teníamos ausente. Al veterano de guerra lo tenés que cuidar, ellos saben cómo fueron las cosas. Durante muchos años estuvieron callados la boca por ese tema de desmalvinización, que empieza el mismo día que termina la guerra: exactamente el día 15 de junio del año 82. Eso los llevó a la depresión, al estrés postraumático y a más de 500 casos de intento de suicidios.

Gigliotti en la oficina de Gesta de Malvinas del Senado de la Nación, junto al veterano de Malvinas Fabián Abraham.

– ¿Qué puede llegar a pasar con las Islas en el 2044 cuando se renueve el Tratado Antártico?
– Yo tengo una frase de cabecera: sin Malvinas no hay Antártida. Por eso tenemos que tener muy buena negociación diplomática con las Islas Malvinas. Para la reestructuración del Tratado Antártico va a ser esencial tener una muy buena diplomacia para esa época. Y trabajar desde ahora. Los grandes países lo hacen con un plafón de visión de 30 años hacia adelante. Por eso se necesita una pedagogía nueva, enseñanzas reveladoras, nuevas preguntas para entender Malvinas. Yo creo que el aprendizaje tiene que dar un vuelco al respecto, tanto en la educación primaria como secundaria como para entender bien el problema y poder defenderlo. Hay que renovar los conocimientos, el legado se tiene que dar porque es una cuestión de generaciones. Hay que estar preparados para que, de algún momento u otro y ojalá que algún día se dé, las Islas vuelvan a ser nuestras.

«Se necesitan enseñanzas reveladoras y nuevas preguntas para entender Malvinas». Gigliotti, al frente de un curso de capacitación docente en las escuelas.