«Debimos internarlo porque se nos quedaba»

Maradona volvió a ser hospitalizado de urgencia. Sufrió muy fuertes dolores abdominales.

Las palabras del doctor Alfredo Cahe hielan el alma de todos, pero una vez más Diego Maradona estuvo en serio peligro de muerte. Apenas dos días después de haber sido dado de alta, volvió a ser internado de urgencia tras una nueva descompensación por dolores abdominales. El ex jugador fue trasladado a la Clínica Los Arcos, tras previo paso por el Hospital Madre Teresa de Calcuta de Ezeiza. Hasta el momento se encuentra clínicamente estable.

«El paciente se encuentra clínicamente estable y se le seguirán haciendo estudios para determinar el origen de los dolores abdominales», informó el último comunicado del centro sanitario porteño, que se actualizará hoy al mediodía.

El ex jugador, acompañado por su novia y por un grupo de amigos, estuvo sólo dos días en su quinta, ya que en la madrugada de ayer fue atacado por un agudo dolor abdominal y él mismo pidió su traslado a un hospital por lo que fue llevado al «Madre Teresa» de Ezeiza, donde ingresó a las 4.45.

«Ayúdenme, por favor», habría pedido el ex futbolista quien, según relató posteriormente su médico personal, dijo que «nunca en su vida había sentido un dolor tan fuerte». Entubado y con máscara de oxígeno, Maradona fue llevado al hospital zonal de agudos «Madre Teresa de Calcuta». «Debimos internarlo porque se nos quedaba», relató Cahe sobre aquellas horas dramáticas. Pero su vida ya no corre peligro.

 

Nunca un dolor igual

 

El director de ese establecimiento, Oscar Cicco, informó a la prensa que rápidamente Maradona fue aliviado de su dolencia, y que todos los estudios que se le efectuaron demostraron que se encontraba con sus signos vitales y parámetros «normales».

Sin embargo, Cicco advirtió que Maradona, a quien vio «preocupado», y que estuvo unas cuatro horas en la sala de terapia intensiva, en su opinión, requiere además un «intenso tratamiento psiquiátrico y psicológico».

Allegados dijeron que realmente Maradona sintió intensísimos dolores que llegaron a asustarlo, aunque el director del hospital de Ezeiza dijo que según le informaron, al salir del «Güemes» seguía cumpliendo «una dieta estricta y no consumió alcohol». La recaída volvió a alarmar a la familia de Maradona, cuya ex esposa, Claudia Villafañe, y sus dos hijas, Dalma y Yanina, lo esperaron en la clínica «Los Arcos», donde quedó internado.

Los médicos le seguirán haciendo estudios para determinar el origen de los agudos dolores abdominales que derivaron en una nueva internación del ex astro futbolístico.


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