Decenas visitan a diario el Museo Leleque

EL BOLSON (AEB)- A nueve meses de su inauguración, el Museo Leleque convoca diariamente decenas de turistas que recorren las distintas salas en un viaje al pasado patagónico. Las piezas en exposición cuentan historias de los primeros pobladores, los pioneros, los “bolicheros” y el intercambio entre blancos y aborígenes.

El edificio está ubicado en un desolado paraje en medio de la meseta patagónica, a 80 kilómetros al sur de El Bolsón. La propiedad es de los hermanos Benetton, que invirtieron unos 800.000 dólares para fundar el museo y dispusieron un presupuesto anual de 60.000 dólares para el mantenimiento e incorporación de nuevas piezas. El lugar, que está abierto de jueves a martes todo el año, a excepción de los meses de mayo y junio, ha recibido unos 8.000 visitantes desde la inauguración.

El museo está dividido en salas temáticas. La primera de ellas está dedicada a “los pueblos originarios”, donde se exponen herramientas de piedra y hueso, la réplica de una toldería, grabados y pinturas rupestres y fragmentos de cerámicas que permiten recons- truir la vida en la Patagonia de 13.000 años atrás.

Luego hay sectores dedicados “al contacto”, donde intenta mostrarse el impacto que generó el encuentro entre españoles e indígenas; otra sala recuerda “la inmigración” con elementos aportados por familias tradicionales europeas que llegaron a la Patagonia; la sala 4 muestra a la “sociedad patagónica”, con recuerdos de los bandoleros norteamericanos, la llegada del ferrocarril y los primeros medios de comunicación. El edificio del museo se complementa con un boliche de “Ramos Generales” que fue reciclado para cumplir las funciones de bar y biblioteca. En sus estantes aun permanecen alpargatas, botellas antiguas y antiquísimas latas de galletitas.

El museo está abierto de 10 a 19 y recibe la visita de contingentes escolares.

Crece la afluencia chilena

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El incremento del turismo proveniente de Chile entusiasma a funcionarios y empresarios del sector, que desde el año pasado vienen apostando a este segmento con buenos resultados.

Según datos oficiales de Migraciones y del Ente Mixto de Promoción Turística (Emprotur) de Bariloche, de enero de 1999 al mismo mes de 2000, los visitantes chilenos treparon de 6.800 a 7.580, generando un récord histórico en ese período.

Los chilenos se concentran más en el verano y particularmente en febrero, mes en el que los visitantes de ese origen rondan los 10.000, pero en febrero del año pasado rompieron la barrera con la llegada de 11.520 turistas.

Por ello y al ver el aumento de las clásicas patentes blancas de los automóviles chilenos, los empresarios apuestan que febrero del 2001 batirá otro récord.

“A simple vista puede verse que hay más chilenos que nunca”, comentó el presidente de Emprotur, Hugo de Barba, quien anticipó que apenas cuenten con los datos estadísticos de febrero saldrán a invertir más en promoción en Chile, agregando publicidad en radio, televisión y en la vía pública.

En agosto del año pasado el Emprotur realizó una fuerte campaña experimental en la cual invirtió 43.000 pesos para terminar con el viejo prejuicio de que Argentina es cara para los chilenos. (Télam)