Decretaron la quiebra de la frutícola Gasparri
La deuda total superaría los 40 millones de dólares, de los cuales16 corresponden al Banco Provincia de Neuquén. Fuentes cercanas a esa entidad estiman que las pérdidas del banco por la quiebra superarán los 12 millones de pesos. Todavía no está definido si el remate va a ser en bloque o si se separarán el galpón por un lado y las chacras por el otro.
El juzgado Civil y comercial Nº 5 de la ciudad de Neuquén decretó ayer la quiebra de la frutícola Gasparri Hermanos SA.
La empresa, radicada en la región hace más de cinco décadas, tiene un importante galpón de empaque en Cipolletti y más de 650 hectáreas en producción dispersadas principalmente en la localidad de San Patricio del Chañar, de las cuales se obtienen más de 700.000 cajas de peras y manzanas, y alrededor de 300.000 bultos con distintas variedades de frutas de carozos.
La deuda total de la firma se la ubica en los 40,5 millones de pesos. Unos 38,3 millones corresponden a la deuda concursal y el resto pertenece al endeudamiento que contrajo la empresa luego de la última convocatoria.
Es importante remarcar que la frutícola pasó por dos concursos preventivos, previo a decretarse la reciente quiebra.
El primero de ellos en febrero del 93, como consecuencia de los altos costos de financiamiento que tenía que afrontar.
En agosto de 1998 se presentó nuevamente en convocatoria, esta vez no sólo por la deuda de arrastre que tenía sino también por las dificultades que tuvo la colocación de fruta en los mercados.
Asimismo, de los 38,3 millones de pesos de la deuda concursal verificada, 22,2 millones corresponden a acreedores quirografarios (sin garantías) y el resto a privilegiados que son aquellos acreedores que tienen garantías sobre los préstamos cedidos.
El principal acreedor es el Banco Provincia de Neuquén, con el cual Gasparri tiene una deuda superior a los 16 millones de pesos. De esta cifra, algo más de 12 millones corresponde a deuda quirografaria y el resto, 4 millones, es deuda privilegiada.
Las principales garantías que tiene el BPN sobre estas últimas son las Obligaciones Negociables (ON con garantías prendarias flotantes) que emitió oportunamente la frutícola.
Sin embargo, son pocas las posibilidades que tiene la entidad financiera para poder cobrar el total de la deuda
Desde la sindicatura se dejó trascender que las labores culturales de invierno (poda y trabajos varios) de las 650 hectáreas están garantizadas, lo que va a permitir, para quien se haga cargo de la firma una vez que la misma salga a remate, tener una cosecha con mínimos estándares de calidad para la próxima temporada.
«Sin dudas que rematar una empresa que está en marcha y con la fruta lista para cosechar es una alternativa atractiva», sentenció una fuente ligada al juzgado que entiende en la causa de Gasparri.
Trascendió asimismo que se está analizando la posibilidad de dividir la firma en dos para obtener mejores precios de remate. Por un lado, el galpón de empaque (que es un inmueble de un alto valor inmobiliario) y por el otro las chacras por las cuales pretenden obtener precios por encima de los 10.000 pesos la hectárea.
Por otro lado se está estudiando la posibilidad de subdividir las 650 hectáreas productivas que hoy tiene Gasparri en unidades económicas que irían de las 25 a las 40 hectáreas para permitir el ingreso en la compulsa de precios a los productores que estén dispuestos a invertir.
También se analiza la alternativa de que el BPN actúe como agente financiero, cediendo créditos con tasas accesibles, para aquellos que se hagan cargo de las parcelas adquiridas en el remate.
Dos temas preocupantes
Dos, entre muchos otros, son los puntos que más preocupan tras conocerse la quiebra de esta importante frutícola regional.
El Banco Provincia de Neuquén (BPN) estimó oficialmente ayer que las pérdidas que le generará la quiebra de Gasparri superarán los 12 millones de pesos.
Esto muestra el desmanejo que tuvo la entidad financiera con los fondos públicos que tenía bajo su responsabilidad.
A sola firma, el BPN prestó cerca de 12 millones de pesos y por supuesto esa cifra será imposible de recuperar por el banco, frente a esta instancia judicial en que se encuentra la frutícola. Tan sólo le queda la posibilidad de recuperar algo de los 4 millones que tiene co-mo deuda privilegiada.
El otro elemento que preocupa es el futuro de los más de 250 obreros que hoy trabajan el campo, los 20 que están en la parte de frigoríficos y los 80 que se concentran en el galpón de empaque.
Si bien los trabajadores rurales tienen garantizados -por ahora- alrededor de 90 días de trabajo por las labores culturales de invierno, el resto de los obreros pasará a engrosar las filas de desocupados de la región.
Queda la esperanza de que alguien se haga cargo de la quiebra antes de fin de año para, de esta manera, darle continuidad laboral a los empleados que hoy están trabajando en la ya ex Gasparri.
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