Dejan de quemar parte de los residuos patógenos

Los no orgánicos serán enterrados en el basural.

NEUQUEN (AN).- Ya no serán incinerados todos los desechos patógenos. Las sondas, algodones, agujas, jeringas, recipientes de plasma y cualquier otro material no biológico proveniente de hospitales, centros de salud, morgue, veterinarias, laboratorios de análisis clínicos y consultorios serán enterrados en el centro de disposición final, previa desinfección en una autoclave y su posterior trituración. Con este sistema la municipalidad eliminará la emisión de sustancias químicas altamente contaminantes para el ambiente y la salud humana.

Sólo las piezas anatómicas de las cirugías y los animales muertos seguirán siendo destruidos en el horno incinerador que funciona en Parque Industrial desde la década del '90.

Se estima que de los 37.000 kilos que producen mensualmente los centros médicos y veterinarios neuquinos, 22.000 serán descontaminados en la autoclave y enterrados en el basurero oficial.

Esta modalidad combinada comenzará a funcionar en no más de dos meses. Forma parte del nuevo contrato firmado esta semana entre el gobierno de la ciudad y la empresa recolectora Cliba, que incluye otras novedades, entre ellas la incorporación de una barredora, una lavadora de veredas, 3.000 papeleras, contenedores gratis para los contribuyentes y un equipo de emergencia en ocasiones de lluvias extraordinarias.

La autoclave industrial es una especie de olla a presión de alta tecnología y del tamaño de una habitación que, por alta temperatura y presión, destruye los organismos patógenos de los materiales infectados con humores, como la sangre, la bilis y el pus.

La directora de Protección Ambiental, Silvia Gutiérrez, explicó que el horno incinerador no será desafectado «porque creemos que es el mejor sistema para destruir las piezas anatómicas».

La funcionaria tuvo en cuenta en esta decisión, el rechazo cultural que produciría en la población el arrojo de desechos quirúrgicos en el centro de disposición final de residuos domiciliarios.

Gutiérrez explicó que los desechos no biológicos esterilizados en la autoclave y triturados con una maquinaria especial que los vuelve identificables, son «perfectamente asimilables» a la basura urbana.

«El horno será refaccionado a nuevo y puesto en condiciones de funcionalidad», agregó la funcionaria. Mientras tanto, un segundo incinerador seguirá quemando los residuos patológicos y quirúrgicos provenientes de los centros médicos y veterinarios.

Destacó que con la incorporación de la autoclave no habrá más emisiones de dioxinas y furanos en el ambiente. Son sustancias químicas que se liberan en los procesos de incineración por la presencia de cloro en los plásticos. Tienen en común ser muy tóxicos, activos fisiológicamente en dosis muy pequeñas, no se degradan con facilidad y duran años en el medio ambiente.

Explicó que Cliba ofertó la autoclave como opción al horno incinerador en su planteo en la licitación, que resultó ganador. Finalmente, dijo, «resolvimos tener un sistema combinado para preservar el medio ambiente y al mismo tiempo asegurar la máxima seguridad en la destrucción de microorganismos patógenos existentes en los residuos».En esta decisión reconoció que incidió la movida internacional para eliminar los incineradores de todo tipo en las ciudades.


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