Del Bello va al timón del PJ rionegrino

Será su presidente. En acuerdo con Soria, hoy tejen las listas para cargos electivos

Del Bello: Acá mando yo…
Sellado y cerrado.

Así está el acuerdo en el PJ rionegrino para que Juan Carlos Del Bello sea su próximo presidente.

El pacto es la consecuencia directa de las coincidencias alcanzadas entre el candidato a gobernador Carlos Soria y Del Bello, hoy titular del INDEC.

Tras la interna que en noviembre dio el triunfo a Soria en la carrera por la candidatura, ambos comenzaron a tejer un amplio abanico de convergencia de miradas sobre el destino inmediato del partido de cara a un año electoral.

Como se recordará, Del Bello salió segundo en aquella compulsa.

Y en tercer lugar se ubicó el diputado nacional Carlos Larreguy.

La misma noche del triunfo de Soria, Del Bello se puso a su disposición para lo que definió «poner el peronismo en marcha hacia el poder», o sea ganar las elecciones generales de este año.

A lo largo de enero el tándem Soria – Del Bello rastrilló toda la geografía peronista de la provincia. Objetivo: comenzar a tejer sin tensiones ni presiones y respetando roles y protagonismos de los distintos planos de la dirigencia para armar las listas a cargos electivos.

O sea, cubrir un esquema importante de candidaturas a legisladores provinciales, intendentes y concejales, evitando, en lo posible, internas.

La tarea está en desarrollo.

Y claro está que éste es complejo y de resultados que por momentos se tornan inciertos o precarios. No es para menos, tratándose del peronismo provincial, un partido fatigado por una historia de internismo duro y de densas frustraciones en materia de conquista de poder.

Partido que por lo demás está cruzado por intereses de desigual legitimidad por parte de la dirigencia.

El método elegido para amalgamar la trama que eligió Soria y sostienen Del Bello y el senador Miguel Pichetto, consiste en ir cerrando los puntos en los que el acuerdo sea sólido.

Y cuando esto no se logre, la consigna es simple: que mande la interna.

Al menos hasta hoy, todo indica que la operación camina con precaución, pero con atisbos firmes de avance.

Está respaldada, además, por el grueso de la dirigencia del peronismo, un sector que por primera vez en años parece decidido a cohesionarse desde la racionalidad en las decisiones.

A juzgar por fuentes justicialistas, la operación en marcha sólo parece destinada a tener un escollo, y no necesariamente menor.

El escenario de esa colisión aún no planteada, pero con visos de estallar en cualquier momento, es Bariloche.

Ahí, el diputado nacional Ovidio Zúñiga, que perdió la elección para diputado nacional, está decidido a buscar un lugar en la lista sábana para obtener una banca en la Legislatura.

Pero como la sábana que dibujan Soria-Del Bello-Pichetto no lo contempla, Zúñiga dibuja su propia lista.

Esto presagia una interna que hoy se presenta como difícil de desarmar.

Según fuentes peronistas, para ejecutar este plan Zúñiga cuenta con el respaldo de Larreguy, máximo referente en Río Negro de «Menem 2003». Y a la iniciativa se suma también el legislador y sindicalista Wálter Cortés.

Muy difícil es visualizar cómo terminará este entrevero.


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