Demanda por daño ambiental contra el municipio de Zapala
Está impulsada por un productor de frutas finas debido a la contaminación de su chacra producto de la acumulación de líquidos cloacales en el campo de uno de sus vecinos.
Según el INTI, las muestras de agua tomadas del terreno de Julián presentaban todo tipo de bacterias y virus peligrosos para la salud.
ZAPALA (AZ).- La comuna zapalina enfrenta una demanda millonaria por daño ambiental de parte del productor de frutas finas, Horacio Julián. El emprendedor le reclama al municipio 2.280.000 pesos en concepto de resarcimiento por las pérdidas que sufrió como consecuencia de la contaminación de su chacra. Julián, con el patrocinio del abogado Mariano Gambazza, sostiene que el origen del daño se vincula con la acumulación de líquidos cloacales en el predio de su vecino, Elías “Gringo” Sapag. “Me arruinaron la vida, puse todo mi esfuerzo y capital en ese emprendimiento pero ahora no tengo nada”, aseguró el productor. “Si se hubiera construido la planta de tratamiento de residuos esta situación nunca se habría generado, aquí existe un perjuicio manifiesto en contra de Julián”, expresó Gambazza. Julián arrancó en 2001 con un proyecto de producción de frutas finas y dulces en un predio ubicado en la colonia agrícola pastoril. Los problemas comenzaron unos años más tarde y ya en 2008 comenzó a tener serios inconvenientes con el agua que dejó de ser potable. Advirtiendo que su producción se venía deteriorando ya que la vertiente solo traía aguas servidas radicó una denuncia ante el juzgado municipal de Faltas. El organismo mencionado realizó una investigación y determinó que los líquidos cloacales no nacen en el predio de Sapag sino que ingresan provenientes de la colectora norte. “La municipalidad desestimó la denuncia y archivó las actuaciones sin dar ni proponer una solución. Va de suyo que ello era de su competencia absoluta atento estamos hablando del ejido municipal”, explicó el abogado. Julián insistió con sus reclamos y logró que el INTI analizara muestras de agua tomadas en su terreno. Los resultados fueron contundentes: el líquido presentaba todo tipo de bacterias y virus que la convertían en un verdadero peligro para la salud humana. Esta situación motivó la intervención de la fiscalía de instrucción local que, con el aval del juez de primera instancia Oscar Domínguez, ordenó que se realice un nuevo estudio a fin de certificar el grado de contaminación. “El daño ambiental es muy evidente y causó un perjuicio de tal magnitud que mi cliente debió desistir de toda posibilidad de continuar adelante con su proyecto de vida”, resumió Gambazza. Julián, en tanto, cargó con dureza contra el ex intendente Edgardo Sapag. “Se olvidó de todas las veces que vino a comer asado a mi chacra en la campaña y nunca me dio una respuesta durante su gobierno”.
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