Demandan al municipio cipoleño por no controlar los contenedores

Es por un accidente en el 2009, en el que murió Lucas Osovnikar.

CIPOLLETTI

CIPOLLETTI (AC).- Los padres de Lucas Osovnikar, el chico que murió en el 2009 después de impactar con un contenedor que estaba mal colocado en la avenida Alem, demandaron al municipio y reclamaron una millonaria indemnización. Argumentaron que los controles fallaron y que las autoridades no hicieron cumplir la ordenanza que regula la colocación de objetos en la vía pública. Nada ha cambiado en este aspecto después de cinco años.

El domingo 24 de mayo de 2009, Lucas, un adolescente que transitaba en moto por la avenida Alem, se estrelló con un contenedor en la intersección de la calle España. Era de noche y había escasa iluminación. Falleció como consecuencia de la gravedad de las heridas. El chico llevaba el casco puesto. De las actuaciones policiales surgió que la esquina era un lugar con deficiente iluminación artificial y que, en esa época del año, todavía no se habían podado los árboles. Después del accidente, el municipio mejoró el sector.

Los padres del adolescente, con el patrocinio de los abogados Javier Ottaviano y Sandra Ladogna, demandaron al dueño del contenedor y a la municipalidad de Cipolletti. Consideraron que “hubo un incumplimiento y falta de ejercicio del control de policía y del control del tránsito sobre las arterias locales”. Reclamaron 1.469.123 pesos.

La reglamentación de utilización de contenedores en la vía pública, estipulada en la ordenanza 024/82, establece condiciones mínimas de operatividad. Al momento del accidente e incluso en la actualidad nada de eso se cumple. Los contenedores instalados en la vía pública deben tener indicación sobre el nombre y dirección del propietario, no deben permanecer durante los días feriados y no laborales (el accidente ocurrió un domingo), deben poseer pintura fluorescente o reflectante de amarillo y negro, deben proveer de un seguro en los vehículos transportadores y no tienen que exceder los 3,30 metros de largo y los 1,70 metros de ancho. El contenedor que causó el accidente medía 1,83 metros de ancho.

Dice la demanda civil que el contenedor “estuvo en ese sitio por más de 15 días sin autorización alguna, algo que se explica solamente con la omisión de control del estado municipal sobre vía pública y sobre la empresa comercial del demandado”. Los abogados reclamaron la indemnización por daño moral, lucro cesante por perdida de chance y daño psicológico.

A más de cinco años del accidente, en las calles de Cipolletti se siguen viendo contenedores sin ningún tipo de señalización. Permanecen en la vía pública días o semanas, a pesar de que el Código de Comercio se modificó algunos meses después de la muerte de Lucas. Ese cambio incluyó muchas medidas más de seguridad para la colocación de los contenedores.


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