Denuncian 'emergencia pedagógica' en un CPEM

El director del centro 54 dijo que hay repitencia, ausentismo y abandono. Muchos alumnos son hijos de desocupados

NEUQUEN (AN).- Repitencia. Sobreedad. Ausentismo. Abandono. Desgranamiento. Estas son algunas de las características del CPEM 54, colegio secundario ubicado en el corazón del barrio San Lorenzo de esta capital. El diagnóstico hecho por su director, los profesores y los padres, destacó que el establecimiento se encuentra en «estado de emergencia pedagógico-institucional», situación que se agrava por la falta de respaldo de las autoridades educativas de la provincia, afirmaron.

La declaración de la «emergencia pedagógico-institucional», fue fundamentada con las estadísticas elaboradas por la dirección del colegio sobre el desempeño de los estudiantes durante el año pasado. Estas revelaron un panorama desolador que, según indicaron, se profundizará durante el ciclo lectivo que comenzará la próxima semana si no se «toman medidas urgentes».

En rigor, durante 2003, un promedio de cuatro jóvenes por día de clases dejó de concurrir a la escuela; el desgranamiento, que refleja cuántos estudiantes ingresan a primer año y cuántos egresan de quinto, fue del 80%; el índice de repitencia llegó al 60% en los primeros años; la sobreedad, también en los primeros años, osciló entre 13 y 18 años; y el 90% de los que debían rendir examen en febrero, no se presentó.

El rendimiento escolar de estos alumnos, explicó el directo del establecimiento, Roberto Nogués, está vinculado con el contexto en cual viven cotidianamente. «La mayoría son hijos de desocupados o personas que viven con subsidios, y que se alimentan con las cajas de alimentos que entrega el gobierno o en los comedores comunitarios», destacó.

Nogués, agregó que «hay problemáticas derivadas del contexto socio-cultural: violencia, enfermedades sociales, falta de alimentación, desarraigo, condiciones de viviendas malas, delincuencia precoz, y núcleos familiares destruídos, entre otros».

Ayer, en diálogo con «Río Negro», un grupo de padres y el director aseguraron que «ante esta alarmante situación, es muy poco lo que la comunidad puede hacer con los chicos, sobre tod cuando las políticas educativas no hacen más que seguir eliminando el derecho a la educación de los sectores más humildes. Todo, continuaron, se convierte en un cascarón vació: por fuera todo es muy lindo, pero por dentro no hay nada».

Respecto a esto último, deslizaron que el plantel de profesores y personal administrativo del colegio llega a 100 personas, porque tienen una carga horaria muy baja. «Y no contamos con asesores pedagógicos, ni horas institucionales además de que nos faltan auxiliares de servicio para tratar las problemáticas con las que recibimos a los chicos».

El pronóstico para el ciclo lectivo próximo es desalentador. La matrícula de estudiantes se redujo de forma considerable, llegó a 380 cuando todos los años anteriores superó los 400, si bien nunca se colmó su capacidad total que es para 600 jóvenes.

«La realidad que atravesamos es conocida por las autoridades de educación, pero no han hecho nada. El ministro (Rodolfo) Káiser, que es contador, parece preocupado sólo por las cuentas y desconoce que si esto sigue así, vamos a entrar en un callejón sin salida», dijo Nogués. Sostuvo que la realidad en cuarto y quinto año es diferente. «Los alumnos, si superan tercer año, asumen un compromiso muy fuerte con la escuela y los docentes, y esto a pesar de todo, es algo de lo que estamos orgullosos», concluyó.


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