Denuncian golpiza de policías de Río Colorado
Todo fue por un pequeño cuchillo, dijo el hombre.
RIO COLORADO (ARC).- Un matrimonio de Conesa denunció a varios efectivos policiales de Río Colorado por maltrato, lesiones y abuso de autoridad, luego de un hecho menor ocurrido el martes por la noche, en el playón de una estación de servicio ubicada a la vera de la Ruta 22. Demetrio Sepúlveda, de 46 años, y su esposa Alicia Inostroza, de 39, se movilizaban en una pick up Mazda dominio DQT 082. Ayer relataron la pesadilla vivida cuando fueron interceptados por un móvil policial con tres efectivos, a pocos metros de la expendedora de combustibles. “Habíamos transportado un tractor desde Conesa a un campo cerca de Río Colorado. Cuando teníamos intenciones de regresar a nuestro lugar de origen rompimos una cubierta y se nos hizo de noche y al ver que el trailer no tenía luces traseras decidimos llegar hasta la estación más cercana a ponerlo en condiciones, para seguir” comentó el hombre. “Veníamos muy despacio y por la banquina de la ruta para evitar algún accidente. En esos momentos nos detiene un patrullero y le explicamos la situación y ellos mismos nos acompañan hasta el playón. Mi esposa baja y fue a comprar los focos, mientras que yo empiezo a buscar los elementos para hacer la instalación eléctrica”, continuó Sepúlveda. Aún nervioso, contó que “bajé con un pequeño cuchillito para cortar cables y fue en ese momento que los policías que estaban junto a mí reaccionan y me dicen “qué, ¿nos querés atacar con ese cuchillo?”. Y empezaron a querer agarrarme y pegarme con los bastones para detenerme y esposarme. Entre tantos golpes y forcejeos alcancé a meterme dentro de la camioneta y ponerle seguro, porque tenía mucho miedo y no entendía nada de lo que estaba pasando”. “Mientras estaba dentro del vehículo, los policías me insultaban, rompieron las puertas y los vidrios a patadas y con una pala que tenia detrás de la camioneta. Con los bastonazos que me pegaron, me rompieron el tabique de la nariz, tengo moretones en todo el cuerpo”, relató Sepúlveda. Por su parte, la mujer comentó que “a mí me alcanzaron a tirar al suelo, me pegaron un rodillazo y con un palo en la cara, también en las manos, me esposaron y me llevaron a la caminera. Estuve como cuatro horas esposada y un policía me decía: “¿Querés que te saque las esposas, esperá un rato más” y se reía. Yo le pedía por favor que me las sacara, porque me estaban lastimando las manos, pero sólo se reía”. Sepúlveda continuó su relato, mientras mostraba los moretones aun visibles. “Toda esa pesadilla duró como cinco horas, cada vez que quería bajar me pegaban como si fuese un delincuente. Todo se tranquilizó cuando llegó el subcomisario Pozo y me dio las garantías que nada me iba a pasar. Llevé la camioneta hasta la caminera y quedamos detenidos un par de horas hasta que nos soltaron y al otro día, en la comisaría de Conesa, hice la denuncia penal contra los uniformados” Hasta anoche este medio no se pudo comunicar con los responsables de las unidades policiales, aunque extraoficialmente se pudo saber que las autoridades no desconocen el hecho. También trascendió que a raíz de lo sucedido hay uniformados lastimados por las acciones violentas de Sepúlveda. El caso es investigado por el fiscal Guillermo Bodrato y por la jueza Marisa Bosco.
El episodio que denunciaron Sepúlveda e Inostroza ocurrió el martes por la noche en la estación de servicios ubicada a la vera de la ruta.
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