D’Onofrio-Gallardo, la sociedad que cambió la historia

Cuando Rodolfo D’Onofrio se transformó en presidente de River (diciembre de 2013), el objetivo primordial era acomodar la economía de un club devastado. Lo deportivo estaba planificado para más adelante, pero con el correr del tiempo, la comisión directiva de River se dio cuenta que podía ganar las dos batallas. Y lo hizo. Los números cambiaron y las copas se multiplicaron.

Ante la abrupta salida de Ramón Díaz, el DT más ganador, aparecieron algunas dudas. Sin embargo, la llegada de Marcelo Gallardo dio rápidos resultados. Asumió en mayo de 2014 y a fin de año, Sudamericana en el bolsillo.

A partir de ahí, nació un idilio con el hincha y el Muñeco va camino a romper todos los récords. Alzó ocho trofeos, pero hay un triple bous track categórico: eliminó a Boca de dos competencias internacionales en las que después fue campeón y hace pocas horas, le ganó de prepo la Supercopa Argentina.

Los colosos se vieron las caras en una final después de 42. D’Onofrio estuvo en el Cilindro de Avellaneda el día que el Xeneize le ganó 1-0 con gol del Chapa Suñé. Hoy, tiene su revancha.

“River siempre ganó campeonatos locales. Estaba en deuda internacionalmente y en estos tipos de partidos y Gallardo está logrando saldar eso”, afirmó el presidente en su vuelta a Buenos Aires, luego de la fiesta mendocina.

El único punto que le cuestionaron a su dirigencia tuvo que ver con la llegada de algunos refuerzos. D’Onofrio es consciente de que algunos no rindieron, pero mantiene la calma.

Lucas Pratto es el último caso y y el presi largó: “Estoy tranquilo porque trajimos al mejor 9 que podíamos traer. Es el mismo que hace seis meses jugaba con Messi en el seleccionado y el mismo que San Pablo no me quería vender”.

Consumada la conquista en la Supercopa Argentina, el Millonario irá ahora por la Libertadores y tratará de escalar en una Superliga, donde el objetivo pasa por terminar en el top cinco que va a la copa 2019.

Precisamente, el flojo andar en el torneo local, hizo reaccionar a River, que hoy sonríe. “En estos dos meses fuimos atacados, criticados, pero lo asumimos como tal y quedó demostrado”, afirmó Gallardo, quien tiró “la” frase que marcará la Supercopa: “Jugar como veníamos jugando era una estrategia para preparar este partido. Si ellos se dejaban llevar por lo que veían, claramente no sabían a qué jugábamos”.

D’Onofrio encontró revancha, Gallardo le dio otra alegría y va por más. Sin dudas, esta sociedad cambió la historia de River.

El hit: “¡Sólo le pido a Dios que se mueran todos los bosteros! ¡Que se mueran para siempre, para toda la alegría de la gente!”.

Números

de campeón