Kerber es la nueva reina del césped de Wimbledon

Angelique Kerber venció ayer a Serena Williams por un doble 6-3 en la final y por primera vez en su carrera se quedó con Wimbledon.

La victoria de la alemana, en poco más de una hora, evitó que Williams conquiste, a los 36 años, su octavo torneo de Wimbledon e iguale así a la australiana Margarete Court como la jugadora con más torneos del Grand Slam, 24.

La antigua número 1 mundial, actual 181ª de la WTA, se vio totalmente desbordada por la alemana de 30 años, décima en el ranking mundial.

Kerber, cuyos dos únicos títulos del Grand Slam eran los Abiertos de Australia y de Estados Unidos de 2016, controló muy bien el partido desde el principio, neutralizó la mejor arma de Serena, el servicio, que llegó a romper en cuatro ocasiones.

Once golpes ganadores y un ace le alcanzaron a la alemana para ganar el partido, gracias sobre todo a los 24 errores no forzados de su rival, demasiados en un partido tan corto.

La determinación y seguridad de Kerber estropearon la ilusión del público, que esperaban con ansias ver como Serena lograba un nuevo campeonato sobre el césped londinense.

“Es un sueño hecho realidad”, dijo al borde del llanto Kerber, que había perdido la final de 2016 precisamente ante Serena.

El dato

de la campeona

“A todas las mamás: hoy jugué por todas ustedes hoy, lo intenté. Pero Angelique jugó realmente bien. Fue una locura”,

declaró Serena Williams, con voz temblorosa, tras el partido.