Libertadores: Con dos golazos de Benedetto, Boca venció a Palmeiras y acaricia la final

El delantero xeneize ingresó faltando 15 minutos para el cierre y destrabó una semifinal que se encaminaba al empate en cero. La revancha será el próximo miércoles en San Pablo.

El poder de fuego para destrabar una semifinal cerrada, típica de Copa Libertadores, Boca lo tenía resguardado en el banco de suplentes, más allá que haya tardado 75 minutos en darse cuenta.

Darío Benedetto tenía en su poder el mapa para desentrañar los caminos que llevaran a la victoria al Xeneize, quien sufrió casi todo el partido en La Bombonera ante un Palmeiras que estuvo cerca de hacer su negocio. Dos goles del Pipa, que ingresó faltando 15’, sirvieron para que Boca acaricie una nueva final en el torneo que es su máxima obsesión.

Cuando pasaron los primeros minutos de estudio, por un momento se creyó que ambos equipos bajarían un tanto la guardia y arriesgarían en ataque, con más obligaciones por el lado de Boca claro está. Fue Pablo Pérez quien tuvo la primera chance. Agarró caminando hacia atrás a la defensa paulista, pero su remate de frente al arco se fue por arriba. También lo tuvo de pelota parada, con un cabezazo de Izquierdoz que se fue apenas afuera ante una salida en falso del arquero Weverton.

Boca avisaba y si bien nunca en el primer tiempo fue decididamente superior a su rival, de a poco fue inclinando la cancha a su favor. A nadie sorprendió el plan defensivo de Palmeiras y es por eso que el Xeneize cuando movió el balón con rapidez de tres cuartos hacia arriba, llevó peligro.

La mejor jugada elaborada se dio a los 25’ cuando el equipo llevó el balón de derecha a izquierda y terminó con un remate de zurda de Lucas Olaza que el ‘1’ brasileño atajó con esfuerzo. Cuando Boca no se tomaba tanto tiempo para trasladar y construía a un toque, su juego fluía y la peligrosidad también.

Sin embargo, después de la media hora el equipo de Barros Schelotto perdió la poca conectividad que tenía. Ramón Ábila pasó a ser el exclusivo faro de ataque y lo cierto es que Wanchope se cansó de correr solo arriba. Boca empezó a sentir la falta de un organizador de juego, más allá de tener en cancha tres delanteros.

Obligado por su condición de local, Boca ganó en intensidad para el complemento. El Mellizo mandó a la cancha al colombiano Villa por Zárate para darle frescura al equipo en zona ofensiva, y poco después a Benedetto por Ábila, un cambio que sería providencial para Boca.

Afuera Edwin Cardona del banco de suplentes por decisión del técnico, el Xeneize no tuvo pausa y tampoco cambio de velocidad cuando la situación lo ameritaba. Es por eso que la pelota parada pasó a ser la vía de salvación y casi lo consigue con un exquisito tiro libre de Olaza que Weverton sacó en el ángulo. En ese córner se escondía la llave que le serviría a Boca para destrabar el partido.

El Pipa Benedetto le ganó en el salto al temible Felipe Melo y con un cabezazo seco, comenzó a edificar la victoria de Boca. Iban 38 minutos y el delantero gritaba su primer gol desde que volvió de la lesión del 19 de noviembre del 2017, que lo sacó casi todo el año de las canchas.

Cinco minutos después, Benedetto destruyó definitivamente la muralla verde. El Pipa pisó la pelota en la medialuna, desairó a un defensor y con un latigazo de derecha le dio un 2-0 que era impensado para Boca por cómo se había dado el partido.

Boca dio anoche un paso importantísimo rumbo a la final. Es cierto que falta la vuelta en San Pablo, pero una ventaja de dos tantos y no haber sufrido ninguno en contra, le da un plus para imaginar una definición copera en busca de la séptima Libertadores.

Así fueron los dos goles del Pipa Benedetto

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