Otra Copa para el Rey Messi: Barcelona campeón

Con solo apretar un poco el acelerador en el primer tiempo, Barcelona aplastó al Sevilla y se adjudicó su cuarta Copa del Rey consecutiva. Fue 5-0 y pudo ser mucho más, ante un elenco andaluz perdido y sin ánimos.

Lionel Messi (un gol y dos asistencias) y Andrés Iniesta fueron las figuras excluyentes de un once culé que tuvo un rendimiento superlativo y demostró que quiere cerrar la temporada a puro festejo aún fuera de la Champions.

Desde el inicio se notó quien iba a llevar adelante la propuesta. Es que el Barça alertó en un par de oportunidades y a la tercera ya no perdonó. Fue a los 13, tras un pelotazo desde el arco de Cillessen que habilitó a Coutinho. El brasileño la picó por encima de Soria y dejó sólo a Suárez, que no falló ante el arco vacío para firmar el 1-0.

De allí en más, el Sevilla tuvo apenas una chance en pies de Correa, pero el argentino la tiró afuera y no logró empardar.

Sobre la media hora, la Pulga hizo de las suyas y amplió la diferencia. Fue tras una incursión al área de Jordi Alba, que habilitó con el taco al 10 para que este fulmine a Soria.

El ritmo frenético del Barcelona para atacar y la calma para generar juego descolocaban por completo a un Sevilla apagado, lejos de su mejor versión.

Cinco minutos antes del descanso, el Pistolero Suárez volvió a atacar y dejó la historia 3-0 y casi liquidada. Fue a pura potencia, recibiendo el pase de Messi y encarando para meter el puntazo contra el palo izquierdo.

La historia siguió su rumbo cuando apenas iban 6 minutos del complemento. Iniesta armó una buena pared con Messi, la Pulga devolvió y el crack español amagó ante la salida del uno para definir luego: 4-0 y a otra cosa.

El gol tocó una fibra íntima de Iniesta, porque son los últimos partidos del volante con el Barcelona y volvió a mostrar un nivel que deja en claro que le sobra para seguir con los catalanes.

Emociones aparte, el partido continuó y así también siguieron cayendo los goles.

Sobre los 23 llegó el quinto, y esta vez si, el definitivo. Suárez habilitó a Coutinho y la pelota dio en la mano de un defensor, por lo que Gil Manzano cobró penal aún cuando el brasileño ya había anotado el tanto.

Por eso mismo, Coutinho se hizo cargo del remate y con una ejecución impecable estampó el marcador final: 5-0, resultado común para los blaugranas en la Liga pero que pocas veces se había visto en una final.

De allí al final, no hubo color. Barcelona manejó los hilos con calma y el Sevilla cayó en la desesperación, abusando de la pierna fuerte y generando varios cruces que los jugadores culés decidieron evadir.

Barça alzó su cuarta Copa del Rey consecutiva y, una vez más, la Pulga fue genio y figura. En pocos días se definirá la Liga y podrá ser un trofeo más. Y quién te dice, no alce otro en julio…