¿La selección argentina dejó de ser prioridad?

Cuando Gerardo Martino, el DT que ahora Chiqui Tapia quiere volver a traer, dio el portazo antes de los Juegos Olímpicos de Río 2016 fue porque para los clubes la selección había dejado de ser prioridad.

Todos miraron su propio ombligo y la avaricia dirigencial fue el germen que gestó una de las peores crisis por las que aún pasa el fútbol argentino. El Vasco Olarticoechea fue el bombero en tierra carioca, pero no hubo con qué apagar el incendio intencional que aún se mantiene humeante.

Pasaron más de dos años de aquel papelón de Río. En el medio transitó el Patón Bauza y también pasó Jorge Sampaoli con el fracaso de Rusia 2018 aún a flor de piel. Es ahí, en la decepción, dónde nos preguntamos por qué.

¿Cómo es que teniendo a jugadores como Messi, Agüero, Di María o Dybala no se pudo formar una selección competitiva para jugar la última Copa del Mundo?

Si con las Eliminatorias a mitad de camino y con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, a los clubes no les importó en lo más mínimo “el equipo de todos”, qué interés les puede significar ahora la disputa de dos amistosos en la parte final del año post Mundial y con una selección que tiene un técnico interino.

En parte por todo lo que pasó en las últimas horas con la cesión de jugadores para la gira, el seleccionado está como está. En los tiempos que corren, al menos aquí el equipo nacional dejó de tener la preponderancia de otros años.

El domingo por la noche, cuando River ya se había clasificado a las semifinales de la Copa Argentina, Boca se enteró que Franco Armani no se subía al avión rumbo a Arabia por una “distensión muscular en el recto anterior de la pierna derecha”. ¿Que hizo Boca? Se apuró para diagnosticar una molestia en el isquiotibial de Cristian Pavón, quien también se bajó de la citación.

Se sabe, Boca y River están en plena disputa de la Copa Libertadores, con las semifinales marcadas con resaltador en su agenda más inmediata. Y en escenarios donde todos quieres ser los vivos y nadie pasar por dormido, lo más saludable hubiera sido no haber citado a ningún jugador de ambos equipos.

Otra opción sería prescindir de amistosos a esta altura del año. Claro que la AFA debería estar dispuesta a resignar el cachet que ingresa a sus arcas con cada presentación del seleccionado.

“No es nada grave… Creo que voy a llegar bien al partido con Gremio”, dijo Armani ayer luego de hacerse los estudios sobre su lesión, sin lamentos por perderse la posibilidad de jugar junto a la selección. El arquero de River sólo hizo alusión a la semifinal de la Copa…

“Es el año del Mundial. Ni la gente quiere ver ya a su selección, ni la de Argentina, ni la uruguaya, ni nadie. Quieren ver a sus clubes…”, tiró Guillermo Barros Schelotto, a modo de justificación inconsciente sobre la no cesión de Pavón.

Siguiendo con la danza de frases, Lionel Scaloni, el actor principal (aunque interino) de esta historia, dejó la suya. “Al menor problema, agachamos la cabeza. Si no pueden jugar, no jugarán”, se lamentó el DT, cargado de resignación.

No fue magia. El fútbol argentino se tiene bien ganado su lugar aunque deberá sincerarse sobre qué hacer con su seleccionado. ¿A quién habrá que culpar si Brasil tiene uno de esos días y Argentina regresa del desierto con el bolso lleno, y no precisamente de arena?

Argentina jugará el primer ensayo de la gira el jueves 11 ante Irak, y el martes 16 se enfrentará a Brasil. Ambos partidos se jugarán en Arabia.

Sin jugadores no hay entrenamiento

“La determinación final fue que me quedara, que no hiciera ese viaje de tantas horas. Se pensó en los estudios y en la recuperación”.

Franco Armani y las explicaciones de por qué no viajó con el seleccionado.

“Hay que considerar el calendario de la Libertadores… Fue el año del Mundial, ni la gente quiere ya saber nada de la selección…”

Para el Mellizo, hay que priorizar la competencia de los clubes.