Superliga: Boca necesita pasar el mal trago cuanto antes

Desazón, enojo y cuestiones que se visibilizan recién después de una dolorosa derrota, tal como la que sufrió Boca ante River el miércoles por la noche, en Mendoza, por la final de la Supercopa Argentina.

¿Un partido puede empañar el mérito xeneize de ser líder absoluto de la Superliga por más de un año y enterrar todos sus virtudes, individuales y colectivas, en 90 minutos? La pregunta puede tener más de una respuesta. El tiempo jugará a favor de Boca siempre y cuando nuevos triunfos hagan olvidar la noche triste, más allá de la sentencia en caliente de Daniel Angelici de que este grupo comandado por Guillermo Barros Schelotto “quedó en la historia negra del club”.

Es por eso que el encuentro que el Xeneize jugará mañana ante Atlético Tucumán cobra un relevancia impensada. La herida de Boca se cura con victorias y títulos. Por las dudas, el máximo dirigente del club se encargó de recordarlo: “Ahora tienen que viajar todos y traer los tres puntos el domingo de Tucumán, ganar la Superliga y la Copa Libertadores, para devolverle una alegría a los hinchas”. Para Angelici, conquistar eso sería la antimancha a lo que sucedió en Mendoza.

El Tano habló de la falta actitud y de juego (“algunos parecían que estaban jugando un partido de verano y no una final”) y les advirtió a los futbolistas que no le temblará el pulso “si tengo que echar a alguien”.

Después de ese monólogo en el vestuario, el directivo tuvo una charla a solas con Carlos Tevez, en la cual el diálogo habría sido fluido como siempre, y otra con Barros Schelotto. En este caso, los allegados al presidente del club de la Ribera señalaron que esa relación no pasa por su mejor momento.

Angelici había minimizado los reclamos de Guillermo el martes pasado, por la demora de tres horas en la salida del avión que llevó al plantel a Mendoza (”los aviones se retrasan, suele pasar”), y en esa línea se inscribiría otra de las frases fuertes dichas ayer en Casa Amarilla: “Estoy harto de las quejas”.

La caída ante River provocó un temblor hasta lógico por el propio peso que tiene Boca. Ahora necesita dar vuelta cuánto antes la página. Sino que lo diga el Millo, que luego de perder la semifinal por la Libertadores ante Lanús, recién sintió que volvió a vivir después del superclásico del último miércoles.

A causa de la derrota, al Xeneize le afloran preguntas que estaban ocultas bajo la dulce alfombra de la victoria. ¿Tevez ya no tiene ese fuego sagrado que lo hizo especial? ¿Tiene Boca arquero y zagueros que estén a la altura de las grandes citas? ¿Al Mellizo se le moja la carpeta de las soluciones ante la adversidad?

Sólo en el seno íntimo de Boca están todas las respuestas.

“Ahora tienen que traer los tres puntos de Tucumán y ganar la Superliga y la Copa Libertadores, para devolverle una alegría a los hinchas”.

El ultimátum de Angelici a los jugadores y el cuerpo técnico de Boca.

Carlitos se sube al avión rumbo a Tucumán

Después de perder ante River, la idea del cuerpo técnico que encabeza Barros Schelotto era que Carlos Tevez permanezca en Buenos Aires. Sin embargo, luego de la visita de Angelici a la práctica y la exigencia de que “vayan todos” a Tucumán, el Apache formará parte de la delegación que jugará mañana (17:45) ante Atlético.

Ahora bien, ¿estará entre los once? Es muy poco probable teniendo en cuenta que Edwin Cardona estará ausente por acumulación de amarillas. Todo parece indicar que jugará Wanchope Ábila como centrodelantero y que Tevez se retrasará unos metros. No hay que descartar la presencia de Gonzalo Maroni, quien no viajó a Mendoza porque para Guillermo es el suplente natural de Cardona. Boca iría con Rossi; Leo Jara, Goltz, Magallán y Mas (por Fabra, suspendido); Nández, Barrios y Pablo Pérez; Pavón, Tevez y Ábila o Maroni.

Tevez jugará ante Atlético y será acompañado por Ábila.

Los números

del Apache