Derivan a Buenos Aires al joven herido en el rostro

NEUQUEN (AN).- El joven baleado en la cara por un policía en esta capital, deberá ser derivado a Buenos Aires para iniciar un complejo tratamiento que le permita recuperarse de las serias lesiones que sufrió.

El director del Policlínico Neuquén, Humberto Lorandi, afirmó ayer a «Río Negro» que «su estado aún es grave y hemos decidido derivarlo a una clínica de mayor complejidad en Buenos Aires para que pueda comenzar un tratamiento que le permita recuperarse de las lesiones estéticas y oftalmológicas que tiene».

Las heridas que sufrió le ocasionaron daños «en la pirámide nasal (gran parte de la cara), que necesitará de una reconstrucción», explicó. También uno de sus ojos quedó lesionado, «donde se le tendrá que hacer un tratamiento específico para curar el daño producido», agregó Lorandi.

El médico optó por no emitir un pronóstico sobre las consecuencias que podría padecer el joven. «Su estado sigue siendo grave y hay que esperar a ver qué resultados arroja el tratamiento para determinar si sufrirá alguna secuela», afirmó.

La clínica a la que será derivado aún no fue definida, aunque Lorandi señaló que el traslado «se hará hoy a última hora (por ayer) o mañana a la tarde a más tardar (por hoy)».

El disparo de bala de goma que recibió el joven, identificado como Moisés Jara, le impactó a una corta distancia durante un enfrentamiento que mantuvo el lunes a la madrugada con efectivos policiales en el barrio Unión de Mayo.

Según la versión difundida por la fuerza, los vecinos llamaron al Comando Radioléctrico a la madrugada denunciando ruidos molestos, y cuando seis uniformados de la comisaría 21 arribaron a su vivienda, tres fueron atacados por el joven con un cuchillo Tramontina.

Se encontraba junto a su hermano, de 17 años, con quien habría mantenido un fuerte discusión e incluso lo habría amenazado de muerte.

 

Bajo investigación

La forma en que fue efectuado el disparo está bajo investigación judicial. Aún no está claro si el uniformado que tenía la escopeta le apuntó a la cara en forma intencional, o si la bala de goma se escapó durante el supuesto forcejeó que mantuvo con el joven.

Por ahora, ninguno de los policías fue separado de la fuerza según señaló a este diario el jefe de la Policía, Wálter Cofré. Y tres de los seis efectivos recibieron lesiones leves (cortes en la manos y los brazos) y están con parte de enfermo debido al supuesto ataque del adolescente.

En la casa del joven, ubicada en El Jarillal al 950, la policía secuestró una pistola calibre 22 y una pipa que contendría restos de marihuana, según información difundida por la fuerza. Allí vive junto a su padre, un gendarme que cuando ocurrió el hecho estaba trabajando, y su hermano menor.