Desagüe maloliente afecta a un barrio de Roca

ROCA- Con el agravante de estar padeciéndolo desde hace meses, los vecinos de las 160 Viviendas se encuentran preocupados por los líquidos de los desagües ubicados frente a las casas del barrio, ya que se convierten en un factor peligroso para contraer enfermedades con la llegada del calor veraniego.

Mosquitos enormes ya comenzaron a volar por el vecindario y prueba de esto son las piernas y brazos de algunos chicos, que recibieron las picaduras de los insectos cuando jugaban fuera de sus hogares.

Estas huellas en los niños, sumadas al olor nauseabundo que sale del desagüe paralelo a las calles Jujuy y Perú, hizo que los vecinos del lugar se unieran ayer para hacer extensivo el reclamo a los medios de comunicación, las autoridades municipales y el organismo contralor de los desechos cloacales.

El origen del problema, según los vecinos, son las fallas en el sistema que transporta los líquidos cloacales de las 250 Viviendas. En varias oportunidades la red se saturó y produjo la salida de los desechos al exterior y su posterior desembocadura en los desagües del barrio.

Los líquidos viajan por una canaleta paralela a la calle Ushuaia hasta la intersección con Jujuy, donde pasan por debajo de otro cauce de agua y se encaminan hacia Perú.

Allí hay un desagüe mayor, que en este momento sólo muestra agua estancada, de color verde y un aroma por demás desagradable.

Si bien ayer el agua se encontraba estancada y no había restos cloacales en el lugar, los vecinos señalaron que en los últimos días tuvieron que soportar el paso de esa clase de efluentes por el vecindario.

Por su parte, el titular de la delegación local de ARSE, Gabriel Bayón, confirmó en declaraciones a FM Manantial que habían existido inconvenientes en la intersección de La Rioja y Ushuaia, pero que ya habían sido solucionados.

Ante esta explicación, los vecinos se mostraron poco conformes y aseguraron que «los líquidos volverán a aparecer en pocos días».

Por si fuera poco tener que soportar el olor del desagüe y el peligro de contraer infecciones, el agua corre por un sector de la calle Jujuy pegada a un montículo de tierra sin que haya una zanja que la contenga y transporte.

«Los líquidos se dispersan, a veces llegan al otro lado de la calle y como es una zona con mucho tránsito, los autos salpican las veredas», se quejó Roberto Hernández, un comerciante de la calle Jujuy.

El temor aumentó en los últimos días entre la gente del barrio, que se vio invadida por grandes mosquitos y otros insectos.

Además, el montículo de tierra ubicado a lo largo de la calle Jujuy es una invitación para que los chicos jueguen en el lugar y de esta manera permanezcan cerca del desagüe y aumenten sus posibilidades de sufrir alguna picadura.

Por eso, muchos padres decidieron restringir las salidas de los menores a la calle.

Los vecinos dicen que reclamaron varias veces ante el municipio para que quiten la tierra del lugar y al mismo tiempo hagan una zanja como solución inmediata.

Quejas por burocracia

Sin embargo, sostienen que se han topado con la burocracia de los empleados municipales, que «siempre derivan el reclamo a un superior».

Con respecto a la solución por las aguas servidas, Hernández indicó que tanto él como el resto de los vecinos «están cansados de hacer los reclamos ante la municipalidad y Aguas Rionegrinas para que le den una solución de fondo al problema».

«No negamos que los empleados de ARSE vengan cada vez que los llamamos, pero todo vuelve a ser igual a los dos días, porque los líquidos se vuelven a estancar», expresó el vecino.

Lo cierto es que el verano se acerca y junto con el aumento de las temperaturas, los temores por las enfermedades y el malestar por el olor van creciendo en forma constante entre los vecinos.