Desborde cloacal en el hospital de Cipolletti

SALUD

El sábado por la tarde los trabajadores del Hospital Pedro Moguillansky denunciaron que el sistema de cloacas colapsó y afectó la guardia permanente, algunos consultorios y el sector del shock room para contención de emergencias. La situación se extendió hasta ayer al mediodía, cuando personal de Aguas Rionegrinas pudo solucionar el inconveniente.

Los trabajadores nucleados en ATE manifestaron que se vivió una situación «alarmante» por la contaminación que se produjo en el hospital, sumado a un «olor nauseabundo que invadió todas las dependencias del edificio y los líquidos residuales que continuaban emergiendo a la superficie», explicó la delegada de la zona Alto Valle, Dora Fernández.

«Fue una situación muy delicada porque los trabajadores tuvieron que limpiar y sacar en baldes todos los líquidos cloacales y a pesar de todo el esfuerzo resultó insuficiente», señaló Fernández, mientras agregó que «mantener la higiene fue un gran problema porque los enfermeros no podían usar agua para higienizarse debido a que las cañerías estaban desbordadas».

Además, desde ATE manifestaron su preocupación en cuánto a los tiempos en que se solucionó el inconveniente.

«Fueron muchas horas sin respuestas de las autoridades, nosotros enseguida reclamamos la rápida intervención de los funcionarios políticos y la instrumentación de un operativo que permita normalizar esta situación tan crítica. Lamentablemente la respuesta llegó recién cuando el hecho se hizo de público conocimiento», sostuvo Fernández.

Por otra parte, los trabajadores cuestionaron que el hospital haya sido señalado como uno de los centros cabecera preparado para atender casos de ébola, «cuando en realidad los empleados que deben tener necesaria intervención, nunca fueron capacitados para la atención y contención de ese virus», señaló la delegada gremial y agregó que «lo que reclamamos es simplemente un Estado presente, no puede ser que hace muy poco se comunicó a la población que el hospital está preparado estructural y humanamente para atender casos de ébola, cuando la realidad es que los trabajadores no han recibido formación específica nunca».