Descartaron que sea una venganza en contra de su padre

BUENOS AIRES (Télam).- Los investigadores del asesinato de la estudiante Marcela Aravena, ocurrido el sábado pasado en La Plata, barajaron la posibilidad de que el homicidio sea una venganza contra del padre de la víctima, Raúl Aravena, un ex policía de la provincia de Río Negro. Sin embargo, con el correr de las horas, fue descartado por los investigadores.

La hipótesis surgió luego de que el fiscal de la causa, Marcelo Martini, se reunió el fin de semana pasado con los investigadores del doble crimen ocurrido en agosto del año pasado en Bahía Blanca, donde el hijo de un comisario de esa ciudad fue asesinado de un balazo en la nuca, al igual que su novia.

Las fuentes aseguraron que la sospecha es que los dos casos puedan tener vinculación, ya que en ambos las víctimas eran hijos de policías.

Las sospechas de que el hecho pueda ser una venganza a raíz de la actividad que desempeñó el padre de la víctima surgió luego de un encuentro entre Martini con los fiscales de Bahía Blanca Eduardo D»Ampaire y Claudia Lorenzo.

D»Ampaire y Lorenzo investigan desde hace más de nueve meses el doble crimen de Horacio Iglesia Braun y María Victoria Chiaradía, quienes fueron asesinados de dos balazos en la nuca cada uno y abandonados en un campo en las afueras de la ciudad de Coronel Suárez.

Las coincidencias son varias: que todos murieron ejecutados a balazos en la nuca, que Aravena y Iglesia Braun eran hijos de policías y que en ninguno de los casos hubo abuso sexual.

Por eso, los fiscales D»Ampaire y Lorenzo solicitaron a Martini detalles del crimen de Aravena para analizar posibles vinculaciones en los hechos.

Una fuente de la fiscalía de Bahía Blanca confirmó a Télam la reunión y aseguró que «en principio no hay punto de conexión entre ambas causas», aunque resaltó que «se seguirá investigando». De todos modos, y al menos en La Plata, la versión está descartada.

En tanto, durante toda la mañana, especialistas y peritos regresaron al departamento donde vivía la víctima en búsqueda de nuevas pistas, aunque el resultado fue negativo.

Marcela Aravena, oriunda de Patagones, estudiaba cuarto año de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata y fue hallada asesinada el sábado último en su departamento.

Conmovedora despedida a Marcela Aravena en Patagones

CARMEN DE PATAGONES (AV)- Escenas desgarradoras se vivieron ayer en esta ciudad durante el sepelio de Marcela Aravena, la joven estudiante de Derecho asesinada el sábado pasado en La Plata.

La inhumación de sus restos se concretó durante la fría y húmeda mañana de ayer, y fueron acompañados hasta el cementerio maragato por unas 150 personas, en medio del dolor compartido por familiares, amigos y ex compañeras del Instituto María Auxiliadora donde cursó sus estudios secundarios.

El largo cortejo fúnebre hizo demorar por unos minutos el ingreso a la necrópolis debido a que aún cuando la carroza que transportaba el cuerpo había ingresado, todavía había autos circulando en la ex ruta nacional 3 por donde se llega al cementerio.

El cuerpo de la joven había sido trasladado en una ambulancia desde la capital bonaerense y había llegado en las últimas horas del lunes.

Fue velado en una sala privada, donde numerosos allegados ofrecieron sus condolencias a la querida y conocida familia del barrio Villa Lynch.

Antes de iniciarse el cortejo, los familiares directos de la víctima recibieron el pésame del intendente Ricardo Curetti, quien acudió en representación de la ciudad ante la consternación que causó el hecho.

Su madre Mercedes fue una de las primeras en abordar un auto cuando comenzó la recorrida de varias cuadras hasta el cementerio. La mujer era asistida por algunos familiares ante tanta congoja reinante.

Más calmo, su padre Raúl salió más tarde, pero quizá quien expresaba su profunda desazón era su hermana Nora. Ella fue la que se encontró con la aberrante escena en el departamento platense.

Raúl Aravena recibió el saludo de varios ex compañeros de la Policía de Río Negro, con funciones asignadas en los tribunales de Viedma.

Isaías, el único hermano que en estos días ofició de vocero de la familia estaba virtualmente quebrado ayer durante el sepelio, al parecer porque ya no pudo contener tanta bronca y llanto acumulado desde la tarde del sábado cuando recibió el desesperado llamado telefónico de su hermana.

Antes del último adiós, una religiosa en representación del Instituto María Auxiliadora ofició un responso.

Horas más tarde, cuando «Río Negro» tomó nuevamente contacto con Isaías, dijo que su familia estaba mejor pero pidió disculpas y se pronunció por no seguir haciendo «ninguna declaración hasta que no haya más datos confirmados» de la investigación que lleva cabo el fiscal Marcelo Martini.

Luego señaló que su hermana Nora «está muy dolida, y estamos todos recuperándonos…., esperando» informaciones sobre el caso.


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