Descubren más arte rupestre en el norte neuquino

Otra vez la Patrulla Ambiental de Gendarmería, que en junio del 2001 había descubierto dos valiosos bloques grabados, encontró en diciembre un nuevo lugar con pinturas en la piedra.

Ubicación

(Infograma)

CHOS MALAL (ACHM)-Nuevos vestigios de arte rupestre y de la historia aborigen de la provincia del Neuquén fueron descubiertos por la Patrulla Ambiental del Escuadrón 30 de Gendarmería Nacional con asiento en Chos Malal.

Estos preciados símbolos de la identidad cultural, insertas en las rocas mediante pictografías y petroglifos, son una fuente inagotable de la riqueza arqueológica con que cuenta la zona norte de la provincia del Neuquén.

El hallazgo arqueológico se produjo en el departamento Minas y aunque el mismo se encuentra en cercanías de la localidad de Las Ovejas, las autoridades mantienen en reserva el lugar para evitar la desaparición de bloques y preservar este importante patrimonio que pasará a formar parte del acervo cultural de la provincia del Neuquén.

Según lo informado por el Comandante jefe del Escuadrón 30 de Gendarmería Nacional Orlando Horacio Molina, la Patrulla Ambiental de la institución fue la que descubrió el sitio en un patrullaje de rutina.

Molina, dijo sentirse orgulloso de que el personal a su cargo haya sido el que en menos de 6 meses descubrió dos yacimientos de importancia.

El primero de ellos fue en junio del año pasado, oportunidad en la que se localizaron dos bloques a los que identificaron como «A» y «B» y otros dos yacimientos donde existen importante cantidad de grabados y pinturas rupestres.

El segundo hallazgo se produjo en diciembre, pero la noticia se dio a conocer ahora, luego de que fueran informados el municipio de Las Ovejas que tiene jurisdicción en la zona y también las autoridades de la Dirección Provincial de Cultura de la provincia.

Molina indicó que también en esta oportunidad se trata de tres yacimientos con inscripciones rupestres que si bien tienen similitud con los grabados que se registraron en el anterior, los bloques son más pequeños.

La Patrulla Ambiental efectuó un relevamiento que consistió en la confección de fichas individuales de los yacimientos y tomas fotográficas.

Colomichicó

Los dibujos en las rocas son parte del rico patrimonio cultural del hombre blanco primitivo. Las piedras grabadas del paraje Colomichicó, en cercanías de Las Ovejas, son el yacimiento de mayor importancia con que cuenta la provincia.

Se trata de un extenso campo de más de 2 hectáreas donde se localizan gran cantidad de piedras de variada magnitud, que tienen como característica común la de ofrecer una coloración grisácea y estar total o parcialmente grabadas con lo que se denomina «petroglifo». Se estima que los grabados fueron confeccionados hacia el año 500 de nuestra era por tribus nómadas anteriores a los pehuenches primitivos y que dejaron sus huellas distribuidas en la vasta geografía del departamento Minas como El Chacay, Chaquiras, Las Lagunas y Butalón Norte.

Otros lugares que constituyen una delicia a los ojos son Puerta del Cajón de Flores, Casa de Piedra, Quebrada Arroyo de Las Minas, Cajón de los Chenques y la Piedra Pintada del Curi Leuvú.

Los petroglifos de Colomichicó, también llamadas por los lugareños como piedras «trabajadas, laboreadas o marcadas» se localizan a 2.000 metros por huella en ascenso, desde el puesto de Don Pedro Vázquez Soto, en la falda oeste de la imponente Cordillera del Viento a una altura de 1.830 metros sobre el nivel del mar. Las piedras son de tamaño diverso, el más frecuente es de 0,60 por 1,20 metro, su peso va de 50 kilos a 1 tonelada.

Grabados milenarios

Los dos últimos hallazgos de la Patrulla Ambiental de Gendarmería fueron localizados en el departamento Minas, una zona que se caracteriza por contar con una concentración de sitios muy valiosos en arte rupestre y uno de los más importantes es Colomichicó, no sólo en la región norte sino también en la provincia.

Las piedras grabadas constituyen una muestra de un arte de raíces milenarias.

Figuras que asemejan al sol, una amplia gama de figuras geométricas como círculos, líneas en distintas direcciones, formas ondulatorias, líneas paralelas serpentiformes, puntas de flecha en sucesión, son algunos de los vestigios grabados en las rocas y que hablan de un pasado que aún resta descifrar.

Molina indicó que a fines de febrero o principios de marzo, personal y funcionarios de la Dirección de Cultura de la Provincia arribarán a la zona para emprender los trabajos que, entre otros, consisten en levantar los planos con la ubicación de las rocas y un registro documental de los yacimientos.

Decodificar la información y preservar el lugar para evitar el accionar desaprensivo del furtivismo es un trabajo que no podrá esperar. De igual forma se deberá pensar en preservar los petroglifos de la degradación natural que van sufriendo, especialmente en la zona por las temperaturas extremas, dados por el calor intenso y la nieve. Estos factores terminarían, a la larga, borrando marcas, signos y huellas del pasado de la zona norte.


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