desesperados
River llega golpeado a la promo del miércoles. JJ es muy cuestionado por la directiva y el equipo, una incógnita. Igual, nombre por nombre, es más.
River está sumido en la desesperación: el riesgo de caer en un histórico descenso de la primera división depende únicamente de su plantel devastado y hasta hay voces que piden que Daniel Passarella desplace al técnico Juan José López y asuma la dirección. Los carteles de burla se multiplican y los foros de Internet estallan tanto por el enojo y la decepción de los hinchas Millonarios. En un momento en el que sólo se necesita calma, el club es un hervidero y el primer partido por la promoción está a la vuelta de la esquina (miércoles a las 21). Dos empates le serán suficientes para mantenerse en primera división, por la ventaja deportiva. El problema es que el equipo de JJ lleva siete partidos sin victorias y en tres de ellos perdió. Por lo pronto, el plantel ya puso manos a la obra y ayer entrenó en el Monumental, a puertas cerradas. No hubo ausencias y se hizo un trabajo liviano. Aunque terminó con problemas físicos, Matías Almeyda dejó en claro que jugará los dos partidos y que el domingo, después de la revancha, comunicará la decisión sobre su futuro. Hace un mes, la idea era seguir seis meses más, pero después de la racha negativa y este presente, surgieron dudas. En cuanto a la situación de Erik Lamela, seguramente podrá seguir entre los titulares, por el artículo 225, ya que Josepmir Ballón -padece un desgarro-, se entrena con la selección peruana que disputará la Copa América. ¿Cambios? El único que asoma, por ahora, es el de Carlos Arano por Roberto Pereyra. Hoy, en la práctica de Ezeiza, habrá más pistas. De todas maneras, todas las miradas están puestas en el Negro López. Con el “diario del lunes” todos salieron a pegarle y eso que es el DT con mayor efectividad en los últimos tres años, precisamente el tiempo acumulado (114 partidos) en el que River tuvo un andar muy irregular. Tomado en cuenta los seis últimos torneos, JJ gana “por escándalo”. Así y todo, es cuestionado. El tema es que su efectividad contrasta con su confusión a la hora de armar el equipo y de encarar algunos partidos. Los dirigentes le cuestionan el partido con Olimpo (piensan que fue a Bahía Blanca a buscar el empate) y en el domingo a domingo, el DT mostró muchas dudas y contradicciones con los titulares y los cambios. Sacó a Mariano Pavone y lo volvió a poner. Nunca confió en Diego Buonanotte (ya le dieron la plaqueta de la despedida, pero más de uno pensó en la vuelta). Puso a Rogelio Funes Mori en momentos calientes y el punta nunca respondió…..Y la última, en el clima más tenso, se la jugó por Mauro Díaz, quien no había jugado nunca en el torneo. Así, con mucha confusión, llega la “cabeza” del grupo. Y por eso se entiende la desesperación de los hinchas. La realidad indica que River es más que Belgrano. Nombre por nombre, es más. Y encima tiene la ventaja deportiva. A pocas horas del primer duelo, la gran diferencia es anímica y el Pirata gana por goleada. Pero al Millo tiene un par de días para juntar fuerzas, le sobra historia y venció a su rival en 18 de las 25 veces que se enfrentaron.
Son las veces que JJ López dejó a sus equipos en promoción. En el 2000 le pasó con Instituto, lo echaron antes de los partidos y luego la Gloria bajó. En el 2004 la perdió con Talleres. Ahora, la tercera.
River está sumido en la desesperación: el riesgo de caer en un histórico descenso de la primera división depende únicamente de su plantel devastado y hasta hay voces que piden que Daniel Passarella desplace al técnico Juan José López y asuma la dirección. Los carteles de burla se multiplican y los foros de Internet estallan tanto por el enojo y la decepción de los hinchas Millonarios. En un momento en el que sólo se necesita calma, el club es un hervidero y el primer partido por la promoción está a la vuelta de la esquina (miércoles a las 21). Dos empates le serán suficientes para mantenerse en primera división, por la ventaja deportiva. El problema es que el equipo de JJ lleva siete partidos sin victorias y en tres de ellos perdió. Por lo pronto, el plantel ya puso manos a la obra y ayer entrenó en el Monumental, a puertas cerradas. No hubo ausencias y se hizo un trabajo liviano. Aunque terminó con problemas físicos, Matías Almeyda dejó en claro que jugará los dos partidos y que el domingo, después de la revancha, comunicará la decisión sobre su futuro. Hace un mes, la idea era seguir seis meses más, pero después de la racha negativa y este presente, surgieron dudas. En cuanto a la situación de Erik Lamela, seguramente podrá seguir entre los titulares, por el artículo 225, ya que Josepmir Ballón -padece un desgarro-, se entrena con la selección peruana que disputará la Copa América. ¿Cambios? El único que asoma, por ahora, es el de Carlos Arano por Roberto Pereyra. Hoy, en la práctica de Ezeiza, habrá más pistas. De todas maneras, todas las miradas están puestas en el Negro López. Con el “diario del lunes” todos salieron a pegarle y eso que es el DT con mayor efectividad en los últimos tres años, precisamente el tiempo acumulado (114 partidos) en el que River tuvo un andar muy irregular. Tomado en cuenta los seis últimos torneos, JJ gana “por escándalo”. Así y todo, es cuestionado. El tema es que su efectividad contrasta con su confusión a la hora de armar el equipo y de encarar algunos partidos. Los dirigentes le cuestionan el partido con Olimpo (piensan que fue a Bahía Blanca a buscar el empate) y en el domingo a domingo, el DT mostró muchas dudas y contradicciones con los titulares y los cambios. Sacó a Mariano Pavone y lo volvió a poner. Nunca confió en Diego Buonanotte (ya le dieron la plaqueta de la despedida, pero más de uno pensó en la vuelta). Puso a Rogelio Funes Mori en momentos calientes y el punta nunca respondió…..Y la última, en el clima más tenso, se la jugó por Mauro Díaz, quien no había jugado nunca en el torneo. Así, con mucha confusión, llega la “cabeza” del grupo. Y por eso se entiende la desesperación de los hinchas. La realidad indica que River es más que Belgrano. Nombre por nombre, es más. Y encima tiene la ventaja deportiva. A pocas horas del primer duelo, la gran diferencia es anímica y el Pirata gana por goleada. Pero al Millo tiene un par de días para juntar fuerzas, le sobra historia y venció a su rival en 18 de las 25 veces que se enfrentaron.
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