Desgarradora despedida en La Plata
Los restos serán sepultados hoy en el cementerio de Patagones
LA PLATA (Télam/AV).- Familiares y amigos de la estudiante de Derecho Marcela Aravena, asesinada el sábado último, despidieron ayer los restos de la joven con una misa en el Hogar Marín de La Plata donde trabajaba la víctima.
La misa, con cuerpo presente, se realizó en el Hogar «Andrea Ibáñez Marín», ubicado en la calle 60 entre 14 y 15 de La Plata, y asistieron los padres y el hermano de la estudiante, quienes se negaron a hacer declaraciones a la prensa.
Amigos de la estudiante y ancianos del hogar que conocían a Aravena también participaron de la despedida de los restos de la joven, que ayer al mediodía fueron trasladados por sus familiares a Patagones, donde serán sepultados.
El padre Carlos, del Hogar Marín, que dio la última oración por la estudiante, recordó que «todas las mañanas estaba en la portería (del Hogar) era muy querida por todos, por eso duele tanto».
«No hay ninguna explicación humana, tal vez nuestro Padre no quiso que ella sufriera otras cosas que no sabemos», remarcó el sacerdote.
«Yo tengo que pedirle a ella (Marcela Aravena) que ahora está en el cielo, tengo que pedirle como amiga que rece por mí», agregó.
Una de las amigas de Marcela Aravena, que se identificó como Wanda, tras resaltar las virtudes de la joven dijo sin dar más precisiones que «hay que averiguar quién la mató».
En tanto, el cuerpo de Marcela Aravena será sepultado en el cementerio de Patagones hoy a la mañana, previo a un breve velatorio, según lo dispuso la familia.
La joven estudiante de Derecho que cursaba el cuarto año de la carrera de abogacía en la Universidad Nacional de La Plata, fue trasladada por vía terrestre desde la capital bonaerense en una ambulancia privada que llegó a última hora de anoche a esta ciudad.
El traslado tuvo apoyo de la Mutual de la Policía de Río Negro en virtud de que su padre, Raúl Aravena, revistó en esa repartición rionegrina. La orden judicial para retirar el cuerpo y trasladarlo a Patagones fue dada en la mañana de ayer.
Por otra parte, la familia nombró como abogado querellante a un compañero de la víctima que ya estaba ejerciendo la profesión.
El dolor y la impotencia reinaron en la comarca
CARMEN DE PATAGONES (AV)- La populosa barriada de Villa Lynch en Patagones amaneció azorada con el constante bombardeo informativo sobre el caso de Marcela Aravena.
Pese a la tenue llovizna, varios vecinos permanecían en la vereda porque no podían creer lo que escuchaban. Sólo los más pequeños jugaban como si nada pasara.
Los Aravena poseen una panadería en el 150 de la calle Comodoro Py. Desde que se conoció el hecho, un tremendo cartel la clausuró por duelo.
En la inactiva cuadra de la panadería, su hermano Isaías recibió a «Río Negro».
«Si algo nos pasaba -apuntó- nos hablábamos por teléfono o nos comunicábamos por correo electrónico».
Mencionó que la semana pasada recibió de Marcela un correo que «no lo leí, y se lo mandé al fiscal».
Con signos de abatimiento, contó que la noticia la recibió de su otra hermana de La Plata, Nora de 32 años, quien «llamó con voz desesperada».
Allí tuvo que digerir el primer trago amargo, y luego un segundo. «Le mentí a mi viejo diciéndole que viajara en auto tranquilo con mi madre, que Marcela había sufrido un accidente y estaba grave».
Sobre las circunstancias del hecho comentó que «había en el medio un amor medio platónico». Al pedírsele precisiones sobre la figura del novio, Isaías se limitó a señalar que «ella me hablaba de sus sentimientos» añadiendo que la persona que la frecuentaba se llama Leonardo y tiene 35 años.
LA PLATA (Télam/AV).- Familiares y amigos de la estudiante de Derecho Marcela Aravena, asesinada el sábado último, despidieron ayer los restos de la joven con una misa en el Hogar Marín de La Plata donde trabajaba la víctima.
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