Desinteligencias generaron demoras en los pagos

Bien se la podría considerar perdida a la primera semana del 2013 en el Estado rionegrino porque, más allá de la baja actividad por el receso, el Poder Ejecutivo no pudo formalizar el presupuesto y, consecuentemente, Economía no pudo realizar afectaciones de fondos y menos todavía concretar pagos. Lo sorprendente fue que el presupuesto fue aprobado el pasado 21 de diciembre en la Legislatura pero recién el jueves se formalizó su ingreso en la cartera de Alejandro Palmieri para cumplir con las correspondientes afectaciones. Estos atrasos formales impedían desembolsos a los hospitales, los programas sociales y educativos, admitieron fuentes oficiales. Recién ayer, a última hora, Tesorería habría comenzado con algunas transferencias. En el Poder Ejecutivo se culpa a la secretaría legislativa porque, rápidamente, no formalizó el trámite y no remitió de inmediato esa ley sancionada, hace casi tres semanas, a pesar de los inconvenientes suscitados por los feriados. Ayer, fuentes gubernamentales aseguraron que el trámite legislativo quedó trabado en la secretaría de Luis Ramacciotti, que estaba de vacaciones cuando el ministro Palmieri reclamó el rápido envío de la legislación al Ejecutivo. Aseguran que el titular de Economía se trasladó después al Poder Legislativo para retirar esa documentación. Durante esta semana, Economía tenía acumulados compromisos de afectación y cancelación, algunos pendientes del año pasado que no pudieron cumplimentarse porque no existió forma para autorizar ejecuciones y desembolsos provinciales. Ayer, varios proveedores expresaron sus quejas, lo cual derivó en cuestionamientos cruzados entre funcionarios de esos Poderes por las responsabilidades de semejante dislate administrativo. Ya el presupuesto había tenido ciertas complicaciones imprevistas para Palmieri. El día de la sesión, su proyecto afrontaba fuertes rechazos de la oposición -radicales y PJ disidente- en referencia a ciertos artículos. El ministro se apersonó en la Legislatura y acordó modificaciones, particularmente con el bloque de la Concertación. En los números, el monto del presupuesto para el presente año asciende a 10.122.417.061 pesos, con un déficit financiero de 398.241.040 y una masa salarial de 5.343 millones. Esa partida –que no contempla inicialmente ninguna mejora salarial– equivale al 53% del total del presupuesto aprobado. En sus fundamentos, el Ejecutivo explicaba que no se avanzaba en incrementos de haberes ya que se preveía “continuar realizando acuerdos con las diferentes organizaciones sindicales, siempre dentro de las reales posibilidades financieras” y “desenvolvimiento en la recaudación”. Para enero, Educación y la Unter acordaron subas con un mecanismo específico donde todavía se desconoce el impacto general y, también, el porcentaje promedio de aumentos en los docentes.