Desmayaron a una mujer para robarle la cartera

La violencia parece no detenerse en el Alto Valle. Esta vez fue en Cipolletti. Le tiraron barro en la cara, la empujaron, y quedó desmayada en el lodo. Dice que varios vecinos no la auxiliaron.

CIPOLLETTI (AC).- Tiempo atrás se hablaba de los robos de carteras como si se tratara de hechos menores, de simples «arrebatos». Ahora no. Las víctimas son sorprendidas por delincuentes jóvenes, generalmente menores de edad, que las agreden de manera desmesurada, sin contemplaciones.

El miércoles llamó la atención el caso de una mujer de Roca, que fue baleada por un joven con el único objetivo de obtener su bolso. El jueves, la violencia se trasladó a Cipolletti. Una mujer de 55 años fue atacada por tres menores que la empujaron, la tiraron al piso, la arrastraron y le arrojaron barro en la cara para evitar que los viera. El objetivo era el mismo: la cartera. María Magdalena Muñoz quedó desmayada en plena calle, con una muñeca fracturada y diversos golpes, sin que nadie hiciera nada por ella.

«Había un montón de personas y no se metieron. No son humanos, parece que a ellos nunca les va a pasar», se quejó ayer Muñoz.

La mujer contó que el jueves al mediodía fue al centro a cobrar el sueldo de su madre que se lo habían mandado de Chile. Eran unos 1.000 pesos. Cargó el dinero en su cartera, y como es modista, aprovechó para realizar algunas visitas a clientas.

Cerca de las 15 tomó un colectivo urbano y se dirigió a su casa. Bajó en la calle Esquiú y empezó a caminar hasta su casa.

Cuando llegó a Jorge Newbery y Turrín, tres sujetos la sorprendieron y la empujaron. Cayó en un charco que había en la calle de tierra. Lo primero que hizo fue aferrarse a su bolso.

La agresividad fue increíble. Como los delincuentes no tenían los rostros cubiertos, le tiraron barro en la cara para que no los viera. «Me arrastraron, por eso tengo todo el brazo lastimado», contó la mujer.

Ella no pudo verles los rostros, pero dijo que los vecinos que estaban en las inmediaciones sí, «y no quieren decir nada». Lo único que pudo averiguar es que «uno se llama Diego y es de las 200 Viviendas y otro Carlitos, de las 1.200 Viviendas».

Como quedó desmayada en la calle, una ambulancia tuvo que ir hasta el lugar para asistirla. Muñoz no sólo había perdido el conocimiento sino que además sufrió una fractura en su mano derecha y tuvo un fuerte golpe en la rodilla, además de otras lesiones. No podrá trabajar por varios días.

Ayer se le caían las lágrimas cuando recordaba la situación que vivió.

Dijo que su caso no es el único en Cipolletti porque una conocida suya hace unos 55 días también fue víctima de los «carteristas» y quedó con una lesión en una pierna.

«No puede ser que no tengamos ninguna seguridad para salir a la calle», criticó Muñoz.

Afirmó que los agresores no estaban armados. En la cartera tenía los 1.000 pesos, toda su documentación y la de su madre. Además, se quedó sin los lentes que no sabe si se le cayeron al barro cuando se desvaneció o también se los robaron.


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