Despedidos apuntan contra Pereyra

La distancia tomada por el sindicato de Petroleros Privados y las declaraciones de su titular, Guillermo Pereyra, quien aseguró que los operarios de Halliburton y Schlumberger –que están con medidas de fuerza– son instigados por fuerzas políticas de izquierda, desató la indignación de los trabajadores que piden una revisión de la liquidación de sus haberes.

El grupo que se concentra en los portones de la base de Halliburton aseguró sentirse “traicionado” por el gremio y adujo que su reclamo es legítimo, porque “nunca fuimos notificados de las modificaciones que el sindicato acordó el 30 de octubre con las empresas”, donde aseguran que les descotaron numerosos ítems en sus recibos de sueldo.

Ayer por la mañana unos 200 trabajadores continuaban con retención de tareas en las puertas de la empresa, en repudio al despido de 15 operarios de la firma y por los recortes salariales de hasta el 50% que “alcanzó a 300 trabajadores”. Una situación similar se daba en Schlumberger.

“Lo que terminó haciendo Pereyra es acusarnos a nosotros de que esto que se está gestando es manipulado por una organización, en este caso el Partido Obrero, pero no. Nosotros nos unimos legítimamente a pelear por nuestro sueldo, es lógico que si te bajan el sueldo vos te organices para realizar una medida de fuerza”, manifestaron voceros del grupo de manera anónima, por temor a represalias.

Añadieron que “a raíz de esta lucha vinieron los despidos y se sumó una nueva lucha, después nos fuimos enterando de la adenda que se hizo efectiva y que se firmó el 30 de octubre, de la cual no estuvimos informados. El gremio no nos llamó a una asamblea para informarnos, no hubo una consulta a nosotros los obreros”, manifestaron y acusaron que “justamente lo que denota el gremio es que firmó algo en contra nuestra, favoreciendo a las empresas y en contra de nosotros que somos sus afiliados”.

En conciliación

El conflicto se agravó porque las medidas que iniciaron tanto los operarios de Halliburton y como los de Schlumberger fueron en medio de la conciliación obligatoria, dictada por el ministerio de Trabajo de la Nación, por el despido de casi 900 trabajadores con la baja de 33 equipos de YPF.

En ese marco Pereyra acusó a los trabajadores de “cortarse solos” pero la respuesta de los manifestantes fue que intentaron canalizar su reclamo a través de los delegados sindicales, pero que estos “tienen directivas de no hacer nada”.

Recordaron que a mediados del año pasado hubo una protesta similar pero que “los delegados desde las luchas pasadas no pudieron hacer nada porque los amenazaron con bajarles el sueldo”.

Los trabajadores esperaban poder reunirse con Pereyra para destrabar los despidos y analizar la liquidación de haberes.

En números

En los yacimientos la protesta afectaba al menos a dos petroleras en distintas áreas de operaciones. Aseguran que hay trabajos frenados.