Despertó
el gigante
<b>En Holanda, Delpo se alzó con el primer título de la temporada. Sueña con estar cerca de la cima del tenis.</b>
El Obelisco comenzó con algunas dudas, pero retomó rápido su mejor nivel y venció a un Benneteau que sigue sin saber lo que se siente ganar una final.
El gigante argentino apretó el puño, tensó los músculos del rostro, sonrió. 90 minutos de juego habían pasado y una nueva consagración, la 14° de su carrera, le daba la bienvenida. Después de un tiempo de pálidas Juan Martín del Potro volvió a sonreír en Holanda, donde se alzó con un título al derrotar a Julien Benneteau, por 7-6 (7-2) y 6-3.
“Se siente increíble. Era un gran objetivo para mí ganar este torneo después de perder la final el año pasado”, dijo Delpo cuando la final en Rotterdam ya era historia y desde las tribunas bajaban los aplausos. “Voy a tratar de seguir ganando. Es un gran desafío para mí esta temporada y voy a intentar acercarme al número uno”, comentó.
Así fue que el tandilense comienza a enderezar una temporada que arrancó esquiva, con polémicas y críticas. Es que además de perder en la tercera ronda del Abierto de Australia, el Obelisco estuvo en el medio de la tormenta por su deserción a la Copa Davis.
Ayer volvió a exhibir un buen nivel y se valió de 13 aces y apenas una doble falta para doblegar a un tenista francés que había eliminado al suizo Roger Federer en los cuartos de final.
Finalista el año pasado, Del Potro pudo finalmente inscribir un nuevo nombre argentino a la lista de ganadores en Rotterdam tras el título obtenido por Guillermo Vilas en 1982.
Benneteau, en cambio, sigue sin poder ganar el primer título de su carrera y sumó su octava derrota en igual cantidad de finales de ATP.
El argentino comenzó muy nervioso y sufrió un quiebre en el inicio del partido ante el lungo rival (mide 1,98 metros), pero pudo remontar rápido y llegó a sacar para llevarse el primer parcial. Sin embargo, falló a la hora de la definición y debió luchar para estirar el set hasta el tie-break. Allí, Delpo recuperó la calma y se llevó la manga con contundencia.
El argentino quebró de entrada en el segundo set e inclinó definitivamente el partido, aunque recién pudo cerrar el encuentro en su quinto punto para partido y luego de haber tenido que recibir asistencia por un sangrado en la nariz.
“Jugué tal vez mi peor tenis de toda la semana en el inicio del partido, salí muy nervioso, pero luché y pude recuperarme. Después empecé a sentirme con mucha confianza y estuve en control todo el tiempo”, señaló el ganador.
El sudamericano extendió así a 66-32 su récord en canchas indoor, donde ya acumula cuatro trofeos. Los últimos dos en forma consecutiva en Viena y Basilea a fines del año pasado.
Pero el título le permite, sobre todo, empezar a sumar confianza y resultados en un año en el que anunció que apuntará a los primeros lugares del ranking.
El Obelisco comenzó con algunas dudas, pero retomó rápido su mejor nivel y venció a un Benneteau que sigue sin saber lo que se siente ganar una final.
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