Detienen el país
A las 18:15 comenzará el clásico 191 del profesionalismo entre River y Boca.
No se trata sólo de un partido de fútbol: cada vez que están frente a frente River y Boca, como volverá a ocurrir hoy a las 18.15 en Núñez, se reedita un clásico único, que nació hace más de cien años como rivalidad barrial, se extendió al orden nacional y ahora constituye un espectáculo que, cada vez, concita mayor interés en gran parte del mundo. Eso, sin olvidar que esta edición tendrá en los bancos nada menos que a Ramón Díaz y a Carlos Bianchi, los DT más ganadores de un lado y otro, y a figuras de la talla de Manuel Lanzini, Teo Gutiérrez, Fernando Gago y Juan Román Riquelme. Este derby, que contará con el arbitraje de Germán Delfino y, por esas cosas a las que nunca se le encuentra solución adecuada, tendrá nada más que público local en las tribunas, los encuentra a uno y otro tratando de afirmar sus posibilidades en el torneo Inicial, sin demasiado margen de error. Después de un comienzo irregular, Boca tuvo buenas prestaciones en las tres fechas precedentes (victorias ante Racing y Quilmes con empate intermedio frente a Argentinos), sigue en proceso de consolidación a partir del encuentro de Gago y Riquelme, tiene poder de fuego con dos delanteros importantes como el Burrito Martínez y Emanuel Gigliotti, y espera saldar una deuda tras mucho tiempo sin dos victorias consecutivas. Dos puntos por debajo está River, que en sus últimos cuatro partidos por el frente local sólo cedió un empate (ante Arsenal), está instalado por otra parte en cuartos de final de la Sudamericana y, con el crecimiento de Lanzini más lo que insinúa Teo Gutiérrez, también viene afianzando su nivel de juego. Será el tercer cruce oficial desde que River regresó a primera y en los anteriores empataron (2-2 en el Monumental, 1-1 en La Bombonera), aunque en verano prevaleció River (dos triunfos y una derrota por penales). La última victoria de Boca por competencias de AFA fue en el Clausura 2011, previo al descenso millonario, 2-0 en La Bombonera (Juan Pablo Carrizo en contra y Martín Palermo), mientras que la última vez que ganó River fue en el Apertura 2010, en Nuñez, 1-0 (Jonatan Maidana). Más allá de los datos estadísticos y las rachas de uno y otro, lo cierto es que de los clásicos jamás se sale indemne, y que las secuelas inciden en el ánimo del ganador y a su vez hacen añicos en el perdedor, e incluso fue varias veces detonante para ponerle final al ciclo de un director técnico (el último caso fue el de Claudio Borghi). Ramón Díaz no tuvo demasiados problemas para armar el equipo titular y dispondrá los regresos del colombiano Carbonero (por Matías Kranevitter), Cristian Ledesma (Leo Ponzio) y Ariel Rojas (Osmar Ferreyra). El Virrey es la contracara y hasta último momento tuvo inconvenientes. (Ver página 42)
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